La carnicería se convierte en una especie de pa r ty line para hablar de un asunto que los jóvenes de hoy se resisten a asumir: la incapacidad para comprar piso.
La carnicería se convierte en una especie de pa r ty line para hablar de un asunto que los jóvenes de hoy se resisten a asumir: la incapacidad para comprar piso. Ismael Llopis lo dice muy claro en el título de su libro: No tendrás casa en la puta vida (editorial Melusina), una consigna que ya ha resonado en otras manifestaciones y que ahora engloba a una serie de fotografías y textos sobre precariedad en la vivienda. Los que participan en esta obra llaman a Carne Cruda para contar cómo sobreviven en pisos compartidos o todavía bajo el techo familiar. Cómo, en tiempos de crisis, hacen para llegar a fin de mes medio ahogados y pagar al casero.