Esta semana homenajeamos a la mujer trabajadora, a todas y a cada una de ellas. Lo hacemos desde un escenario con muchas mujeres instrumentistas y una directora de orquesta que ha creado la Orquesta Sinfónica de Mujeres de Madrid. Es única en Europa y sus integrantes tienen que hacer encaje de bolillos a diario para compaginar su trabajo, que es su vocación, con su maternidad.
Isabel es la directora de esta orquesta y su fundadora. Una mujer con las ideas muy claras que siempro tuvo claro que su instrumento era la orquesta entera y para ello ha estudiado durante más de 20 años.
Pero las miradas del público o de sus colegas músicos y directores son constantes, sobre todo cuando se sube al podio a dirigir una orquesta: es mujer y directora de orquesta, una de las cinco o seis que hay en España. Sin embargo, como profesional que es cuando dirige a la orquesta con su batuta, desaparecen las diferencias, comenta, porque "ya no ven a una mujer, ven a una directora de orquesta profesional".
Y así es porque la directora y las instrumentistas se convierten en una sola persona cuando la música fluye. Son mujeres que han luchado duro y siguen en la brecha cada día para poder estar en los ensayos, en los conciertos, dando clases para ganar un sueldo y estudiando, además de cuidar a sus hijos y llevar la casa.
Son mujeres trabajadoras, madres muchas de ellas, pero todas viven la música con pasión. Es su vocación y un pilar en sus vidas. Pero para estar en este escenario todas han tenido que renunciar a algo.