El 23 de octubre de 1980, Felipe
Alejandro Extremiana Unanue, casado y padre de cinco hijos, fue asesinado por
dos miembros del Comando Kioto, que le tirotearon cuando aparcó su coche junto
a la Escuela de Formación Profesional de Amorebieta en la que daba clases.
Los asesinos se fugaron en un coche robado, donde les esperaba un
cómplice.
Un hermano de Felipe fue concejal
durante el franquismo y un sobrino suyo había sido asesinado dos meses
antes de su muerte.
Juan José Larrinaga
Echeverría, Juan Antonio Urrutia Aurteneche y Fernando Iraculis Albizu
fueron condenados a 26 años de reclusión mayor y al pago de una
indemnización a los herederos legales de la víctima.