Agapito Sánchez Angulo, de 30 años, era natural de Castro
Urdiales (Cantabria). El 19 de enero, a las 16:00h, estaba trabajando en su
peluquería situada en la calle General Castaños de Portugalete.
Tres clientes menores de edad esperaban su turno cuando tres terroristas
entraron en el local, sacaron sus armas y obligaron a las personas que estaban
presentes a salir de la peluquería. Nieves Fernández, segunda mujer
de Agapito Sánchez, con quien tenía un hijo, fue testigo de lo que
pasó.
Los terroristas llevaron a Agapito a la trastienda y allí le asesinaron.
Después se dieron a la fuga en un coche donde les esperaba otra persona. ETA
militar intentó justificar el asesinato haciendo falsas acusaciones sobre
supuestas actividades de tráfico de drogas.
En 1988 fueron condenados Francisco Javier Echevarría
González, Elías Fernández Castañares y Joseba Koldobika
Artola Ibarreche, miembros del comando Orbaiceta de ETA, a 29 años de
cárcel por el asesinato. En 1990 Fernando Vicente de Luis Astarloa fue
sentenciado a la misma pena. Todos los condenados debían indemnizar
económicamente a los herederos de la víctima.