José Javier Jáuregui Bernaola, de 38 años, soltero, era conductor de una
ambulancia de la Seguridad Social en Sestao y tenía un bar en la localidad
vizcaína de Lemoa, donde también era juez de paz.
Jáuregui no se consideraba de ningún partido, aunque había recibido
amenazas, sobre todo telefónicas, por colocar una bandera española en su bar.
El 8 de julio de 1978, la víctima se encontraba en su establecimiento, situado
en la calle de la Estación, cuando dos miembros del Comando Kioto de ETA
entraron y le dispararon cinco tiros a corta distancia, causándole la muerte.
Los etarras se dieron a la fuga en un automóvil robado en el que les esperaba
un cómplice.