Actor y profesor

Asturiano pero residente en Palomares del Río (Sevilla), Álvarez-Nóvoa era licenciado en Derecho y Filología Románica por la Universidad de Oviedo y doctor en Filología Hispánica, Ciencias del Espectáculo, por la Universidad de Sevilla con la tesis Análisis dramatúrgico de Luces de Bohemia. De hecho, uno de sus personajes más recientes en teatro fue el de Max Estrella, en la obra La noche de Max Estrella del Centro Andaluz de Teatro.

Álvarez-Nóvoa, que estuvo dedicado al teatro de manera ininterrumpida a lo largo de más de 50 años como actor, autor y director de puesta en escena, se formó en el Teatro Español Universatario (TEU), donde comenzó en 1958.

Sobre las tablas, en los últimos 15 años, Álvarez-Nóvoa ha trabajado bajo las órdenes de los mejores directores teatrales españoles, como José Tamayo (en Doña Rosita la soltera, que le valió una nominación a los Premios Max de Teatro), Helena Pimienta (La Llanura), Calixto Beito (La vida es sueño) y José Carlos Plaza (Solas, In nomine dei y Bodas de sangre, con el que ganó el Premio de la Unión de Actores a mejor actor de reparto en 2010).

Este mismo verano, el actor representó en Barcelona Bangkok, obra ganadora del Premio SGAE de Teatro 2013 del dramaturgo Antonio Morcillo.

Como dramaturgo, en el año 2000 obtuvo el premio Tirso de Molina por La Venus del espejo.

Carrera cinematográfica tardía

Aunque había rodado un par de cortos antes y participado con un pequeño papel en Los años bárbaros de Fernando Colomo en 1998, su carrera cinematográfica arrancó con su inolvidable y conmovedora interpretación del vecino viudo de Solas (1999), dirigida por Benito Zambrano y que le valió el premio Goya a mejor actor revelación pese a tener ya 59 años. La película se llevó en total cinco estatuillas en el año 2000, aunque no la de mejor película, que se llevó Todo sobre mi madre.

Ese papel también le sirvió al intérprete astuariano para hacerse con el premio al mejor actor en el Festival Internacional de Cine de Tokio y el de mejor actor secundario del Círculo de Escritores Cinematográficos.

Desde ese momento, Álvarez-Nóvoa no cesó de actuar para la gran pantalla, en películas como La biblia negra (2010), Bahía mágica (2001), Nudos (2003), ¿Por qué se frotan las patitas? (2006), Road Spain (2008), De tu ventana a la mía (2011), El amor no es lo que era (2013) o Asesinos inocentes (2015).

Uno de sus últimos proyectos cinematográficos, además de La novia, ha sido La luz con el tiempo dentro, en la que Álvarez-Nóvoa interpretaba a Juan Ramón Jiménez en su etapa más madura, bajo la dirección de Antonio Gonzalo.

Carlos Álvarez-Nóvoa, una trayectoria en imágenes

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"Un profesional como la copa de un pino"

"Cuando alguien fallece hay un tópico: qué buen profesional, qué buena persona. Decir la verdad en este caso parece caer en este tópico, pero es la pura verdad. Era un profesional como la copa de un pino, tenía una capacidad dramática impresionante y una gran energía", ha dicho a Efe el dramaturgo Antonio Morcillo, autor de Bangkok.

De La luz con el tiempo dentro, Morcillo ha explicado que fue un proyecto autogestionado por todos quienes lo hicieron posible, entre ellos el propio Álvarez-Novoa, "que quería hacer la vida de Juan Ramón Jiménez, y que lo hizo con un resultado impresionante".

El resto del equipo, con el que seguía en contacto a través de un grupo de WhatsApp creado tras el rodaje de "La luz con el tiempo dentro" ha reaccionado hoy describiendo su trabajo con este actor como "emocionante" por ser una persona "afable, cariñosa, respetuosa, un gran compañero y un ser excepcional".