Los reformistas, favoritos para las elecciones legislativas iraníes
- Este viernes se elige al Parlamento y la Asamblea de Expertos
- Economía y acercamiento a Occidente, ejes de la campaña
- Los jóvenes se muestran escépticos ante la posibilidad de cambio
Irán celebrará este viernes elecciones legislativas, que son vistas como un examen para el presidente, el moderado Hasán Rohaní.
54.915.024 iraníes están llamados a las urnas para renovar los 290 escaños de la Asamblea Legislativa Islámica y los 88 de la Asamblea de Expertos, el cuerpo formado por clérigos encargado de elegir un nuevo líder supremo en caso de fallecimiento o renuncia del actual, Alí Jamenei, en caso de vacante.
El sector más aperturista espera resurgir como opción política, a pesar del escepticismo del electorado más joven, tras la dura represión tras las elecciones de 2009.
Oportunidad para los reformistas
Los candidatos favoritos son aquellos a los que se encuadra en grupos reformistas y moderados, junto con algunos dirigentes conservadores como el presidente del Parlamento actual, Alí Lariyaní.
Frente a ellos, los sectores conocidos como "principalistas", formados por el clero más conservador y las estructuras de seguridad del régimen.
“Los que pensamos y estamos cercanos a Rohaní, vamos a tener más suerte“
"Los que pensamos y estamos cercanos a Rohaní, en estas elecciones vamos a tener más suerte", ha declarado a Efe Taha Abdejodaí, candidato a diputado.
"La gente que votó a Rohaní entonces [en agosto de 2013] ahora va a votar a los que le dan su apoyo. La gente cree en esas políticas, y por eso
va a ganar el ala que cree en las políticas del Gobierno", ha añadido.
Sin embargo, el electorado más joven (el 60% de la población tiene menos de 30 años), el que supuestamente puede inclinarse más hacia los moderados, es también el más escéptico.
“No voy a perder mi tiempo en votar porque nada cambiará“
"No voy a perder mi tiempo en votar porque nada cambiará, los conservadores tienen el poder en sus manos", declara a Reuters
Area Behfuruz, de 18 años, estudiante en la Universidad de Teherán.
Sahar, de 26, no cree que haya ningún cambio fundamental. "Los que gobiernan el país son los mismos. Las pocas veces en las que hemos tenido cambio, los partidarios de la línea dura lo han bloqueado".
La economía y el acuerdo nuclear, en el centro del debate
Para intentar avanzar en las instituciones, los reformistas han abandonado sus tradicionales reivindicaciones de apertura social y política, y se han centrado en la principal preocupación de los iraníes de a pie: la economía.
Rohaní llegó al poder en 2013 con la promesa de mejorar la economía, muy dañada por las sanciones internacionales y por la mala gestión de su predecesor, Mahmud Ahmadineyad (2005-2009).
En este tiempo se ha contenido la inflación (del 40 al 19%) y se ha salido de la recesión. Los altos precios y el paro, sin embargo, siguen haciendo mella en la población.
"Voten por aquellos que tienen planes para las exportaciones no petroleras, para los que quieren trabajar hacia la prosperidad económica y los que tienen las agallas para combatir la corrupción y la recesión", ha proclamado Rohaní.
Por su parte, la prensa más conservadora acusa a sus rivales de falta de realismo y de representar a "la aristocracia".
Otro de los asuntos de la campaña ha sido el deshielo con Occidente tras el acuerdo sobre el programa nuclear.
Rohaní y sus partidarios venden este acuerdo como una vía para obtener inversiones y normalizar las relaciones económicas del país.
Los "principalistas", por el contrario, han acusado al presidente y a sus partidarios de plegarse a la influencia extranjera. Para ello han aprovechado la petición del canal en farsi de la BBC de que no se vote a sus candidadatos.
El líder supremo, Alí Jamenei, ha terciado en la polémica. "Los enemigos creen que si los radicales copan el Parlamento, se opondrán a la hegemonía occidental, y si ganan los moderados se abrirá el camino para la amistad con ellos".
Sin embargo, ha sentenciado Jamenei, "la estructura política de la República Islámica otorga la misma naturaleza tanto a radicales y moderados". "Ambos grupos seguirán una línea común de oposición a esa hegemonía", ha concluido.
Hay que tener en cuenta que los 4.979 candidatos a diputado y los 159 para la Asamblea de Expertos han pasado el filtro del Consejo de Guardianes. Uno de los que no ha pasado esta criba y se ha quedado fuera ha sido Hasán Jomeini, nieto del ayatolá Jomeini. El Consejo entendió que no tenía suficiente prestigio religioso para optar a un asiento en la Asamblea de Expertos.