Último encierro de San Fermín 2016 con los Miura, rápido y accidentado por las caídas de los toros
- El encierro ha sido rápido, ha durado dos minutos y 20 segundos
- Diez corredores han sido atentidos por traumatismos, no ha habido cornadas
- Dos toros han caído a la entrada de la plaza creando peligro
El octavo y último encierro de San Fermín 2016 ha sido rápido y accidentado, por las caídas de dos toros a la entrada de la plaza de toros de Pamplona, donde se ha vivido el momento de más tensión de la carrera rápidisima, que pese a las caídas de los animales ha durado solo dos minutos y 20 segundos.
El encierro ha terminado sin ningún herido por asta de toro, aunque siete corredores han sido trasladados con traumatismos al Complejo Hospitalario de Navarra y otros tres han sido atendidos también con contusiones en la enfermería de la plaza de toros.
Los morlacos han salido muy veloces y agrupados de los corrales encabezados por los cabestros y sin apenas lanzar derrotes en la cuesta de Santo Domingo.
La manada ya se había estirado al llegar a la plaza del Ayuntamiento, dejando algunos huecos a los mozos para acercarse y lucirse con bonitas carreras que han podido verse a lo largo de la calle Estafeta.
El mayor peligro, en la plaza
La velocidad del grupo ha hecho que algunos corredores sean arrollados lo que ha provocado heridos por traumatismos casi a lo largo de todo el recorrido, sobre todo en la cuesta de Santo Domingo, en la Plaza del Ayuntamiento, el tramo de Telefónica y en la plaza de toros.
Los momentos de más peligro se han vivido en el tramo final de la carrera, cuando se ha formado una montonera de corredores a la entrada de la plaza y los dos últimos astados del grupo se han caído.
La ganadería de Lora del Río, en Sevilla, es la más asidua de los sanfermines, ha participado en 37 encierros. En 2015 protagonizó la carrera más rápida en 35 años, con una duración de dos minutos y cinco segundos.
Los Miura serán lidiados por la tarde en el coso pamplonés por los espadas Rafael Rubio 'Rafaelillo', Eduardo Sávila Miura y Manuel Escribano.