Los expertos auguran más violencia tras un año de ataques palestinos fruto de la desesperación
- Declaraciones de Jesús Núñez Villaverde (IECAH) y Pere Vilanova (CIDOB)
- Núñez: "No hay tal Intifada (...) falta organización"
- Vilanova: "Puede haber contagio de la ideología del sacrificio, el yihadismo individual"
- Especial: Un año de la 'Intifada de los cuchillos'
La ola de violencia que, en el plazo de un año, se ha cobrado la vida de más de 200 palestinos y 36 judíos israelíes no puede calificarse de "Intifada": carece de la dimensión y la organización que tuvieron los dos levantamientos que dieron en llamarse Intifadas (1987- 1993 y 2001-2005).
Es la primera conclusión en la que coinciden los expertos consultados por RTVE.es: Jesús Núñez Villaverde, codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH); y Pere Vilanova, investigador asociado del Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB).
Los analistas señalan también que esta oleada no tendrá repercusión en un conflicto enquistado en el que Israel impone sus condiciones con el silencio de la comunidad internacional.
¿Cuáles son las causas de la "Intifada de los cuchillos"?
Jesús Núñez: Creo que el nombre es impropio porque no hay tal Intifada aunque entiendo la necesidad de crear atención mediática con algunos titulares.
Las causas creo que responden a diferentes factores, algunos internos. Recordemos que la situación dentro de los territorios ocupados palestinos sigue siendo dramática a día de hoy. Tanto en términos humanitarios, en la medida en que hay incluso hambre, como también falta de bienestar y de seguridad para la población palestina que vive en las zonas ocupadas.
“La situación dentro de los territorios ocupados palestinos sigue siendo dramática“
Por otra parte, la situación política dentro del propio territorio palestino, con esa fragmentación entre Gaza y Cisjordania supone una frustración de la propia población con sus dirigentes, que no pueden cambiar en elecciones. Todo esto determina una situación de desesperación y frustración que en ocasiones tiene estas manifestaciones violentas.
Por otro lado, hay que recordar que Israel mantiene su política de asedio sobre la franja de Gaza y una política de hechos consumados que continúa creando asentamientos y violando el derecho internacional y el derecho internacional humanitario, y que todo eso contribuye a cerrar la posibilidad de una solución política a un conflicto que dura ya décadas. Todo eso en su conjunto creo que está en el fondo, añadiéndole la pasividad de la comunidad internacional sobre todo lo que allí ocurre.
Pere Vilanova: No es comparable a una Intifada, yo no uso ese término. Las causas son las subyacentes de siempre: es una situación que lleva a una serie de individuos, pero muchos menos que cuando hubo dos intifadas, a ataques individuales más o menos desesperados porque saben que acabarán con su muerte.
“Puede haber una parte de contagio de esta ideología del sacrificio, este yihadismo de tipo individual“
Es verdad que puede haber una parte de contagio de esta ideología del sacrificio, este yihadismo de tipo individual, que no es nuevo, ya ha habido muchos episodios de esto, pero ahora tiene mucha visibilidad e impacto mediático. La gente tiene miedo de ir a comprar el pan y que le claven un cuchillo, mientras la gente sabe, los israelíes por ejemplo, que si no van a Gaza como soldados no les va a pasar nada.
¿Qué características tiene esta ola de violencia?
Pere Vilanova: No es una Intifada porque recuerdo muy bien las dos que hubo: la del 87-92 en la que murieron más o menos 1.800 palestinos y 140 israelíes; y la segunda de principios del 2001 a 2005, en la que murieron 5.000 palestinos y 1.150 israelíes. Estamos hablando de otra cosa, de ataques individuales, de jóvenes que se sienten o les inducen a sentirse lo suficientemente desesperados para pensar que si cada uno consiguieran matar a un judío israelí cambiarían las cosas sobre el terreno.
“No es una Intifada (...) estamos hablando de otra cosa, de ataques individuales“
Jesús Núñez: No hay en este caso una organización tras cada uno de esos actos violentos, sino básicamente la manifestación de esa desesperación por parte de individuos que en un momento determinado toman una opción violenta, opción violenta condenable evidentemente y que no va a servir para que los palestinos puedan lograr sus objetivos políticos en ningún caso.
Pero que en la medida en la que no hay una respuesta colectiva del conjunto de la población como hubo en la primera y segunda intifadas, sino que se trata de hechos aislados aunque repitan algunas pautas, creo que lo de 'Intifada”' se le queda grande.
Es una ola de violencia que muestra esa desesperación, esa falta de expectativas por parte de la población palestina y que se alimenta de una estrategia de fuerza por parte de Israel que no abre posibilidad ninguna de solución en una mesa de negociación.
¿Qué consecuencias puede tener escalada?
Pere Vilanova: El conflicto está enquistado desde hace muchas décadas y esta será una de las etapas, en la que Israel ha impuesto claramente sus condiciones tanto internamente, con el muro de separación, con la expansión de asentamientos, etc, y además ha consolidado su situación a nivel internacional. Nadie, ningún país árabe, ni fuera ni dentro de la ONU va a librar ninguna batalla por los palestinos, comparado con la época de los 60, 70 e incluso 90 esto ha cambiado profundamente.
“Nadie, ningún país árabe, ni fuera ni dentro de la ONU, va a librar ninguna batalla por los palestinos“
Jesús Núñez: Se va a quedar y de momento así lo estamos viendo todo el año pasado, en más o menos frecuentes actos violentos individuales, pero si pensamos en consecuencias en el sentido de que eso lleve a Israel a cambiar su actual política de hechos consumados y de fuerza y asedio y violación del derecho internacional, es obvio que no.
“El coste que esto tiene en términos globales para Israel es absolutamente marginal“
El coste que esto tiene en términos globales para Israel es absolutamente marginal, incluso sirve en términos mediáticos para transmitir la idea de unos palestinos violentos a los que no se puede tratar de otro modo, desde la perspectiva israelí.
Si lo miramos desde el punto de vista palestino tampoco cabe imaginar que unos dirigentes tan desgastados ya, tan poco representativos como los que ahora ocupan los cargos de la Autoridad Nacional Palestina, vayan a cambiar en el estrecho margen de maniobra que tienen bajo la ocupación, si política diaria, su estrategia diaria. Por lo tanto, lamentablemente lo que cabe imaginar para el futuro es más violencia.