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Por qué sube la electricidad y cómo afecta al recibo de la luz

  • El precio mayorista de la electricidad, en máximos desde diciembre de 2013
  • El frío o el precio del gas, entre las causas que explican ese incremento

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Cambio de bombilla en un flexo
Cambio de bombilla en un flexo.

El precio mayorista de la electricidad ha ido aumentando de forma notable desde el pasado mes diciembre hasta el punto de que la Fiscalía de lo Civil del Tribunal Supremo ha abierto este viernes diligencias para averiguar las razones de estos "sucesivos aumentos". Esta semana el coste ha marcado máximos de los últimos tres años. Son varios los factores que explican esta subida, que se traslada directamente al recibo de la luz del consumidor.

¿Qué se paga en el recibo de la luz?

La parte que tiene más peso en el recibo de la luz son los costes regulados, que suponen aproximadamente el 40% del total. La parte fija del recibo -los denominados peajes de acceso- incluyen las ayudas a las renovables, el transporte y distribución de la energía, los costes extrapeninsulares y la amortización del déficit eléctrico. El Gobierno decidió congelar en enero y para todo 2017 esta parte del recibo.

Alrededor del 35% del recibo de la luz corresponde al consumo que se hace y en él influye directamente el precio mayorista de la electricidad, justo lo que estos días está subiendo hasta niveles no vistos desde diciembre de 2013. Lo que cobran las empresas de producción a las comercializadoras se ha encarecido y eso repercute en el precio que tiene que pagar el consumidor cada vez que enciende la calefacción, pone una lavadora o da la luz en casa.

En este punto hay que tener en cuenta que ese precio es una media diaria del coste en el mercado mayorista y es el que se aplica a aquellos consumidores que no tienen contadores inteligentes. Pero las personas que tengan ya un contador con discriminación horaria pagarán su consumo en función del precio registrado cada hora efectiva en ese mercado al por mayor. Todos estos precios se pueden consultar diariamente en la web de Red Eléctrica (ree.es) con un día de antelación.

Composición del recibo de la luz

Composición del recibo de la luz. noticias

El 25% restante del recibo corresponde a los impuestos que el consumidor se ve obligado a pagar (el IVA o IGIC y el Impuesto de Electricidad). El IVA -el tipo general, 21%- se aplica a la suma de los costes de la parte fija, la parte variable, el Impuesto de la Electricidad y el alquiler de equipos.

Estos cálculos están efectuados para un consumidor acogido a la tarifa regulada de electricidad, la PVPC. Los que están en el mercado libre pueden tener más conceptos en su factura, como por ejemplo el mantenimiento de sus instalaciones o las revisiones. Eso sí, el incremento del precio mayorista de la electricidad afecta a todos los consumidores: cómo lo paguen aquellos que están en el mercado libre dependerá del contrato que tengan con su compañía.

¿Por qué está subiendo el precio ahora de la electricidad mayorista?

Hay varios motivos. El primero es el aumento de la demanda por la caída de las temperaturas no solo en España, si no en el resto de Europa. A esto se le une que las condiciones meteorológicas no favorecen a las renovables: la falta de viento y agua está menguando la producción de energía eólica e hidráulica, que son muy baratas.

Otro de los factores es la parada temporal de parte del parque nuclear francés, lo que está obligando al país vecino a comprar energía a España. Esto afecta a los precios de mercado y, por tanto, encarece la factura final.

A falta de otra forma de producir electricidad, en España se está recurriendo a las centrales térmicas que usan el gas. Y se da la circunstancia de que el coste internacional de esta materia prima -según el Gobierno- está en máximos de los últimos años por la mayor demanda mundial y el acuerdo de los productores petroleros para reducir el bombeo de crudo.

A todo lo anterior hay que sumarle el funcionamiento del mercado mayorista eléctrico.

¿Cómo funciona el mercado eléctrico mayorista?

Cada día los distintos agentes -empresas generadoras- venden su producción en el mercado para cubrir la demanda de electricidad prevista. Cada central oferta su producto a un precio, las renovables suelen ofertar a cero mientras que las de gas suelen marcar los precios más caros por sus mayores costes.

Se van aceptando las ofertas de las tecnologías más baratas hasta cubrir la demanda prevista, aunque todas cobran el precio de la más cara (sistema marginalista).

Esto significa que si la energía procedente del gas -más cara ahora aún de lo normal por el incremento del precio de la materia prima- entra ahora en el mercado, el importe que se debe pagar por toda la electricidad se incremente de forma notable, sea cual sea su procedencia.

Este sistema hace volátil al mercado eléctrico mayorista y es el punto que han criticado con dureza siempre, por ejemplo, las asociaciones de consumidores.

¿Cuál es la mejor opción para el consumidor?

El ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, recomendaba el pasado jueves estar en la tarifa regulada de electricidad (PVPC) porque, aunque pueda fluctuar más a corto plazo, a la larga se paga menos.

Lo cierto es que la PVPC -fijada por el Gobierno- fue la opción más barata para el consumidor frente a las disponibles en el mercado libre entre julio de 2015 y junio de 2016, según un informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) publicado el pasado 11 de noviembre. En el periodo anterior (julio 2014-junio 2015), sin embargo, no fue así.