Rajoy avisa de que no hay "diálogo posible" entre la "ley democrática" y la "desobediencia o la ilegalidad"
- Comparece tras hacer un requerimiento al Govern previo a la aplicación del 155
- Insta a todas las fuerzas a contribuir a "mitigar con serenidad" la crisis abierta
- "España no se va a romper mientras no lo decidan sus ciudadanos", dice
- Sigue en vivo y en directo toda la actualidad sobre la crisis en Cataluña
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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha avisado en el Congreso de los Diputados de que "no hay diálogo posible" ni "mediación" entre la "ley democrática" y la "desobediencia o la ilegalidad" y ha instado a todas las fuerzas parlamentarias a que contribuyan a "mitigar con serenidad" la crisis abierta en Cataluña para dejar claro que "España no se va a romper mientras no lo decidan así sus ciudadanos".
Rajoy, en un discurso de algo más de media hora en el que ha pedido "poner fin a este desgarro", ha acusado a la Generalitat de generar uno de los "momentos más graves de la democracia" y de perpetrar un "ataque desleal y muy peligroso" contra "la Constitución, la unidad de España, el Estatuto de Cataluña y, lo que es peor, contra la convivencia". Todo ello, ha añadido, en aras de una independencia que "pocos quieren y a nadie conviene". Ha reivindicado la Cataluña "mestiza" y se ha mostrado dispuesto a contar "con el catalanismo pactista e integrador que ha dado a Cataluña sus mejores momentos".
El jefe del Ejecutivo ha comparecido en la Cámara Baja, a petición propia, para analizar la crisis política de Cataluña y lo ha hecho tan sólo horas después de anunciar un requerimiento formal al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, para que aclare si en el pleno del Parlament de este martes declaró la independencia de Cataluña, de tal forma que el Gobierno ha activado los mecanismos para la posible aplicación del artículo 155 de la Constitución. También en el día en que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, por primera vez, ha hecho un apoyo explícito a esta medida de carácter excepcional, tras anunciar un acuerdo con Rajoy para abrir la reforma constitucional en medio año.
Rajoy ha deseado "fervientemente" que el presidente de la Generalitat "acierte" en su respuesta- para la que tiene un plazo de cinco días- y ha insistido, poniendo la pelota en el tejado del president, en que de esa respuesta "dependerá el futuro de los acontecimientos en los próximos días". Puigdemont ha insistido este miércoles en proponer un dialogo "sin condiciones".
Acusa al Govern de buscar un "diálogo equívoco"
Tras pedirle este martes Puigdemont abrir un tiempo de diálogo, Rajoy ha advertido de que "no es posible aceptar bajo la apariencia de un diálogo equívoco la imposición unilateral de puntos de vista que se saben imposibles de aceptar por una de las partes" y ha alertado de que el independentismo puede "llevar al traste" la mejor época de Cataluña.
Rajoy ha asegurado que su disposición siempre ha sido al diálogo- "he tenido mas entrevistas con los responsables de la Generalitat que con cualquier otra comunidad"- y ha insistido en que la única solución se puede dar volviendo "al orden, la seguridad jurídica y el imperio de la ley" para acabar con la "quiebra social" y la "incertidumbre económica" tras la fuga de empresas de Cataluña. Ha dicho que escuchará lo que tengan que aportar el resto de fuerzas para dar solución al problema.
En este sentido, ha agradecido las numerosas ofertas de "mediadores" que ha recibido, pero les recuerda que "nada hay que acordar sobre lo que ya está establecido en la Constitución: la indivisibilidad de España y que la soberanía reside en el conjunto de los españoles".
Una unidad de España- ha añadido- que no puede "parcelarse" ni "malvenderse" ni ser objeto de "cambalaches", "carambolas" o "trucos de magia".
"La independencia no es pacífica ni gratuita"
"La implacable realidad ha desmontado de un plumazo todas las falsedades en las que se había cimentado el mito de una independencia de cuento hadas. No es pacífica, no es gratuita, no será reconocida por Europa y ahora todo el mundo sabe que tiene costes y muy elevados", ha avisado el presidente en su intervención, en la que ha aprovechado para felicitar la actuación de jueces, fiscales y cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado en esta crisis y para frenar el referéndum del 1-O.
"Ningún supuesto resultado del referéndum ilegal cree que puede ser esgrimido como argumento para legitimar ninguna decisión política", ha dicho, para añadir que "ningún país del mundo se ha tomado mínimamente en serio el 1-O" y defender después la actuación de ese día protegiendo los derechos de todos.
Aunque sí ha reconocido que "a nadie le puede gustar lo que ocurrió el 1 de octubre. Nadie puede sentirse feliz o satisfecho. Ni de la imagen de Cataluña ni de la farsa de las votaciones, ni de las burdas manipulaciones que se ese día se vertieron contra Policía y Guardia Civil".
Por otro lado, el jefe del Ejecutivo ha mostrado su disposición a que la comisión parlamentaria sobre la España Territorial impulsada por el PSOE "comience a trabajar ya", tras el acuerdo anunciado por el líder de los socialistas, Pedro Sánchez, para iniciar el debate sobre la reforma constitucional.
El PSOE pide "diálogo" y Podemos insta a no aplicar el 155
Tras la intervención de Rajoy, el PSOE ha pedido al Gobierno que afronte "desde la política" la crisis institucional en Cataluña y ha rechazado la figura de la mediación.
El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha reclamado a Rajoy que negocie con Cataluña y "deje de romper España", para volver a pedirle que no aplique el artículo 155. La activación de esta medida, por el contrario, ha sido celebrada por el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, que ha pedido no "premiar a los golpistas" con nuevos privilegios.
Desde el PDeCAT han alabado la actitud de "enorme generosidad" de Puigdemont al suspender la declaración de independencia para abrir un marco de diálogo y han instado a Rajoy a que "aproveche esta oportunidad, que puede ser la última".
En este punto, Rajoy ha contestado al portavoz de la antigua Convergència, Carles Campuzano, que si el president "tuviera un mínimo de generosidad", "respondería al requerimiento" que le ha hecho el Gobierno y "abriría vías de cara al futuro".
Por su parte, el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardà, ha acusado al presidente del Gobierno de seguir una estrategia de "represión" con Cataluña que sólo le van a aplaudir los "pocos fascistas" que quedan en España y ha rechazado la "hipotética" reforma de la Constitución pactada por PP y PSOE.