La dimisión del negociador del 'Brexit' pone en jaque el liderazgo de Theresa May
- Aumenta la vulnerabilidad de la primera ministra frente a los partidarios de una ruptura dura con la UE
- Los laboristas piden elecciones por la "falta de autoridad" de May frente a la negociación con Bruselas
Cuando Theresa May creía haber zanjado las grietas de su Gobierno de cara a la negociación con Bruselas -al imponer su estrategia de un 'Brexit' blando que admitiría crear un mercado común de bienes y seguir recibiendo a ciudadanos de la UE-, la dimisión del responsable de esa negociación, David Davis, abre una vía de agua en su liderazgo al frente del partido conservador y del Ejecutivo.
Pese a la rapidez en encontrar un sustituto a Davis -en menos de 12 horas se ha elegido a Dominic Raab, hasta ahora ministro de Vivienda-, la prensa británica habla abiertamente de crisis de Gobierno y se plantea la posibilidad de un "efecto dominó" que haga caer a la jefa de Gobierno bajo el ímpetu de figuras del ala dura de los tories, como el ministro de Exteriores, Boris Johnson.
Davis -de 69 años y un reconocido euroescéptico que asumió el ministerio del Brexit en 2016- presentó su dimisión en la noche del domingo, por estar en desacuerdo con la línea oficial decidida el viernes pasado en una tensa reunión del gabinete.
Desde la oposición laborista, su líder, Jeremy Corbyn, ha instado a May a convocar elecciones porque "carece de autoridad" para ejecutar la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) y el portavoz de Economía, John McDonnell, ha dicho que "es hora de que la primera ministra ponga al país por delante del partido", ya que con "la inestabilidad en el Ejecutivo", "es imposible ver que los líderes de la UE vayan a tomarla en serio en la próxima ronda de negociaciones".
Davis: "Estamos dando demasiado a la UE"
Pero la peor revuelta contra May es la de su propio partido, donde varios diputados partidarios de una ruptura dura con la UE piden un cambio en el liderazgo del partido, ya que consideran que Davis representaba sus intereses y aportaba equilibrio ideológico al Gobierno.
Ante esas presiones sobre May, el dimisionario Davis ha vaticinado que la primera ministra sobrevivirá en el cargo. En una entrevista este lunes en BBC Radio, ha asegurado que cree que May es "una buena ministra" y que "no es el momento" de desafiar su liderazgo.
"Yo no seré uno de ellos [de quienes piden la dimisión de May]. No animaré a la gente a hacerlo, creo que es un error", ha señalado Davis al ser preguntado sobre si se unirá al grupo de tories que piden la renuncia de la jefa de Gobierno.
El hasta ahora titular del Ministerio para la salida del Reino Unido de la UE ha explicado que decidió dimitir "por una cuestión de principio", ya que no considera posible seguir en ese puesto cuando no se comparte el plan aprobado para negociar la futura relación bilateral con el bloque europeo.
El exministro ha admitido en la entrevista que, en la reunión del gabinete que aprobó esa estrategia, "perdió el debate" al apostar por hacer menos concesiones a Bruselas, y ha advertido que seguirá luchando como parlamentario para que Londres "sea lo más firme posible" con la Unión Europea.
"Creo que estamos dando demasiado y demasiado fácilmente, y eso es una estrategia peligrosa en estos momentos", ha opinado Davis.
Los tories críticos piden un primer ministro del ala dura
Muchos diputados "tories" del ala dura criticaron este fin de semana la propuesta, que contempla la creación de un mercado común de bienes con una armonización normativa y aduanera para mantener un comercio "sin fricciones" con la UE. Ese modelo entraría en vigor al terminar el periodo de transición de 21 meses que Londres quiere empezar el 29 de marzo de 2019, fecha en que se ejecutará la salida de Reino Unido de la UE.
La diputada Andrea Jenkyns ha señalado en el programa Today de BBC Radio 4 que "la jefatura de Theresa May se ha acabado" y ha pedido que la sustituya "un verdadero partidario del 'Brexit' que pueda aportar un auténtico liderazgo y una visión positiva para el país".
El parlamentario Laurence Robertson ha destacado que la primera ministra "debe reconocer que la dimisión [de Davis] representa el parecer de muchos activistas y votantes conservadores", mientras que el también diputado Jacob Rees-Mogg ha avisado de que el descontento con los planes pactados pone en duda "que vayan a ser apoyados" en el Parlamento por la bancada conservadora.
May perdió la mayoría absoluta en las elecciones generales anticipadas de 2017 y desde entonces gobierna en minoría con el apoyo de los diez diputados del Partido Democrático Unionista (DUP) de Irlanda del Norte, lo que la hace vulnerable a rebeliones dentro de sus propias filas.
Si el ala dura tory quiere derribar a May, debe lograr el apoyo del 15% de los parlamentarios conservadores, lo que supone que 48 de los 316 miembros de ese partido en el Parlamento envíen una carta al denominado Comité 1922 pidiendo que la primera ministra se someta a una moción de confianza.
Bruselas valora el debate interno del Gobierno británico
Desde la Unión Europea, el portavoz de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, ha valorado el debate "en profundidad" mantenido en el seno del Gobierno británico y ha señalado que el Ejecutivo comunitario analizará la propuesta británica cuando reciban su desarrollo completo, que May presenta este lunes a su partido y pretende desarrollar en un Libro Blanco.
Hay que recordar que, a lo largo de la negociación, Bruselas ha insistido en numerosas ocasiones que no se puede elegir la apertura en un capítulo y mantener barreras en el resto de las cuatro libertades básicas de la UE (mercancías, capitales, trabajadores y servicios).
Respecto a la dimisión de Davis, Schinas no ha querido comentarla y ha reiterado que Bruselas está dispuesta a continuar la negociación con Londres "con la mejor disposición", como hasta ahora.
Preguntado sobre un posible retraso en la nueva ronda negociadora que debe comenzar la semana que viene, el portavoz comunitario ha señalado que la parte europea está "preparada para trabajar 24 horas-7 días a partir de la próxima semana".
Preguntado por varios periodistas sobre si es posible que el cambio de negociador británico conlleve una ampliación del plazo marcado para el proceso, Schinas ha recordado que esa extensión deben decidirla los Estados miembros de la UE, pero que, en cualquier caso, esa posibilidad no se plantea porque "no hay ninguna petición al respecto".