El Atlético de Madrid se lleva la Supercopa de Europa tras un 'superderbi'

Ramos, tirador de penaltis y doblete de Costa

Eso le dio más presencia al conjunto blanco, aunque su siguiente gol fue de penalti. Mano de Juanfran dentro del área en un córner, amarilla a Diego Costa por protestar y gol de Ramos con paradinha en el lanzamiento desde los once metros (minuto 63).

Algo ha cambiado en el Madrid desde la marcha de Cristiano Ronaldo, eso seguro: Bale la pone, Benzema remata a gol y Ramos tira los penaltis. Pero lo que había cambiado era, fundamentalmente, el Atlético; desaparecido el centro del campo, superado por Modric, Kroos e Isco.

A esos tres se sumó en el último tramo Dani Ceballos, que espera aprovechar su oportunidad esta temporada, sustituyendo a un lesionado Casemiro. Previamente, German 'Mono' Burgos quitó a Rodri para meter velocidad con Vitolo.

En su movimiento de banquillo para tener más control con Ceballos, lo que no vio Lopetegui fue la posibilidad de un nuevo despiste defensivo. En un intento de de evitar un saque de banda, Marcelo se la regala a Juanfran para que se redima, quien cede a Correa para que gane la línea de fondo y dé el pase de la muerte a Diego Costa (minuto 79). De nuevo tablas y la prórroga asomándose cada vez más cerca.

Lopetegui apostó en el último tramo por Lucas Vázquez, buscando más verticalidad en su juego, y el sacrificado fue Isco. Tuvo el mismo éxito antes de la prórroga que Thomas, que entró en el 90 por Lemar. Tampoco acertó Marcelo con la volea antes del pitido que marcaba el final de los 90 minutos en una gran contra.

Prórroga con el recuerdo de Lisboa y Milán

De Lisboa a Tallín, pasando por Milán, tres derbis europeos a un solo partido y los tres que se han ido a la prórroga. Ni Madrid ni Atleti han sido capaces hasta la fecha de decidir sus duelos continentales en 90 minutos, si incluimos la semifinal de 2017 que fue a doble partido.

Siempre son partidos de mucho desgaste y si encima se juegan en pleno mes de agosto tras una corta pretemporada, aún más. En esta ocasión contaban con un cambio extra, como pasó en el Mundial de Rusia, una cita que por cierto pesaba en las piernas de más de uno.

Entre ellos, Varane. El campeón del mundo con Francia se durmió en los laureles y se dejó robar por Costa, que envió a Thomas al fondo y este a la frontal a Saúl Ñíguez, que la puso en la red de espectacular volea (minuto 98).

Hasta entonces había dominado el Madrid, pero un tercer despiste defensivo echó al traste todo el trabajo. Lopetegui llamó al arreón final con la entrada de Mayoral por Kroos.

Seguramente echará de menos un delantero como Diego Costa, al que tuvo en la selección, que con el Madrid dejando cada vez más huecos en defensa presionó, robó y se asoció con Saúl, quien la puso franca a la llegada de Koke para que hiciera el 2-4 (104). Fue la última aportación del de Lagarto (Brasil) que se fue en el 108 sustituido por Giménez, defensa por delantero.

Estaba fundido, como la mayoría de futbolistas que quedaron sobre el césped. El Madrid lo siguió intentando con más orgullo que juego y cercaba al Atlético sin mucho éxito. Balones colgados al área con Ramos de delantero centro, táctica un tanto gastada ya.