La ONU aprueba en Marrakech el primer Pacto Mundial para la Migración
- EE.UU. y varios países europeos se han desmarcado del pacto
- El pacto incluye 23 grandes objetivos pero no es vinculante
La mayoría de los países miembros de la ONU, más de 150, han aprobado el Pacto Mundial para la Migración, el primer acuerdo de este tipo. la aprobación se ha producido por aclamación durante la Conferencia de Marrakech, que se celebra este lunes y el martes en la ciudad marroquí presidida por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
El pacto es un acuerdo global para que los estados aprovechen los beneficios de los procesos migratorios; colaboren para mitigar los problemas que causan y acuerden una protección mínima común a los inmigrantes indocumentados.
Guterres ha reiterado que el acuerdo "no es un tratado" y "no es jurídicamente vinculante", y que cada Estado es soberano para determinar sus propias políticas migratorias y de control de fronteras. El secretario de la ONU ha lamentado las "falsedades" sobre el documento y sobre el fenómeno migratorio y ha invitado a los países que ahora se oponen al pacto a que se sumen más adelante.
Estados Unidos y varios países europeos no lo apoyan
Desde su aprobación el pasado 13 de julio una docena de países se han desvinculado del texto. Estados Unidos fue el primer país en hacerlo. Austria, Hungría, Polonia, Estonia, Bulgaria, República Checa, Israel, Australia y República Dominicana también se han desmarcado.
Italia no ha acudido a la cumbre y el gobierno italiano condiciona su firma a que lo apruebe el Parlamento.
Los gobiernos de estos países afirma que el pacto es incompatible con su soberanía y tendrá un efecto de incitación de la inmigración ilegal.
España sí apoya el pacto. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha participado en la sesión de este lunes y ha anunciado varias medidas para garantizar la integración de los inmigrantes.
Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, ha insistido en la necesidad de esa respuesta global ante un fenómeno que "trae prosperidad", al tiempo que ha criticado "las ansiedades y temores, más la información falsa que difunden quienes se oponen al pacto".
Compromisos genéricos
El acuerdo establece un marco de cooperación para lograr los objetivos que los propios países acordaron dos años antes en la Declaración de Nueva York para los Refugiados y Migrantes.
El pacto se estructura en torno a 23 grandes objetivos, entre los que figuran metas genéricas como cooperar para abordar las causas de la migración o mejorar las vías de migración legal, pero también compromisos concretos, como medidas contra la trata y el tráfico de personas.
El acuerdo pide también a los países evitar la separación de las familias, usar la detención de migrantes sólo como última opción o reconocer el derecho de los migrantes irregulares a recibir atención médica y educación en sus países de destino.
Además, los Estados firmantes se comprometen a mejorar su cooperación a la hora de salvar vidas de migrantes con misiones de búsqueda y rescate, garantizando que no se perseguirá legalmente a quien les dé apoyo de carácter "exclusivamente humanitario".
Asimismo, los gobiernos prometen asegurar un regreso "seguro y digno" a los inmigrantes deportados y no expulsar a quienes se enfrentan a un "riesgo real y previsible" de muerte, tortura u otros tratos inhumanos.
Según la ONU, este pacto es el “primer intento para gestionar los flujos migratorios de forma integral y a escala internacional”. Su secretario general, António Guterres, ha asegurado que “refleja el entendimiento común de los gobiernos de que la migración que cruza fronteras es, por definición, un fenómeno internacional y que para gestionar con efectividad esta realidad global es necesaria la cooperación para ampliar el impacto positivo para todos”.