La harina integral
- No te guíes solo por el color: que la harina sea más oscura no significa que sea integral
- Sigue evitando la bollería, galletas y demás, aunque sean integrales
- En otro artículo explicamos por qué no debemos abusar de las harinas refinadas
Aunque aprendemos poco a poco, la sociedad cada vez está más mentalizada de que es preferible consumir productos elaborados con harina integral, en la medida de lo posible, antes que aquellos que utilizan harinas refinadas. Y seguramente lo hayas oído en medios de comunicación o a algún amigo o familiar, pero, ¿sabes exactamente por qué?
Las harinas refinadas han sido modificadas de manera industrial con el objetivo de clarificar sus partículas. ¿Por qué se hace esto? Para obtener una harina más fina, uniforme y fácil de procesar. Es por esto que los productos elaborados con harinas refinadas son más blancos y ligeros, pero que no te engañe su aspecto. El problema está en que en ese procesado se eliminan varios de los componentes del grano y con ellos perdemos también gran parte de su calidad nutricional.
¿Qué significa integral?
Entendemos por harina integral aquella que está elaborada a partir del grano entero de un cereal. Hasta ahí es sencillo, el problema viene en identificar los productos que son integrales de verdad. Porque un pan más oscuro no significa necesariamente que esté elaborado con harina integral, y ocurre lo mismo con el pan de centeno, el pan multicereales o el pan al que se ha añadido salvado.
Porque con la idea de sumarse a la “moda” de lo integral, muchos productores intentan adornar sus elaboraciones para resultar más atractivos a potenciales compradores que buscan cuidar su salud. Así que, atento, que no te den gato por liebre.
¿Cómo identificar un producto 100% integral?
Solamente necesitas tener un poco de cuidado cuando compras en la panadería o el supermercado. Busca siempre productos que tengan como primer ingrediente harina integral o harina de grano completo. Entre los muchos beneficios que conseguirás incorporar en tu dieta están una gran cantidad de fibra, hierro, minerales como el magnesio, vitaminas del grupo B y E… Además de evitar la absorción rápida y los picos de glucosa en sangre que suponen las harinas refinadas.
Pero recuerda, que sea integral no significa que sea “milagroso”. Así que sigue evitando productos como la bollería o las galletas, aunque sean integrales.