Enlaces accesibilidad
Elecciones europeas

Los reproches sobre Cataluña copan el debate de las elecciones europeas

  • Los representantes de PP, PSOE, Ciudadanos y Vox chocan con los independentistas catalanes por los políticos presos
  • La pugna ha opacado asuntos como el cambio climático, donde sí se ha esbozado un consenso | Especial: elecciones europeas

Por
Los candidatos resumen sus propuestas en el minuto de oro en el debate a nueve de las europeas

El fuego cruzado de la crisis de Cataluña ha copado este miércoles el debate a nueve entre los candidatos de las elecciones europeas, que han trufado sus intervenciones de reproches, no solo entre independentistas catalanes y constitucionalistas, sino también entre estos a cuenta de su firmeza contra el nacionalismo, lo que ha acabado por opacar las propuestas en torno a asuntos como la armonización fiscal o el cambio climático, en los que sí se ha esbozado un cierto consenso entre casi todos los partidos.

Con la tensión en torno a Cataluña reverdecida por la presencia este martes de Oriol Junqueras y otros cuatro políticos catalanes en la sesión de Constitución de las Cortes, así como por la amenaza de suspensión de sus nuevos cargos que pende sobre ellos como presos preventivos, los representantes de ERC y Junts per Catalunya no han dado tregua y han reivindicado desde sus primeras intervenciones su figura, cargando contra las instituciones del Estado.

"Quien debería estar aquí es el president [Carles]Puigdemont, pero la Junta Electoral Central se lo ha impedido. El Estado español, en este sentido, es una vergüenza", ha arrancado Gorka Knorr, candidato de la coalición Lliures per Europa. De la misma forma, Jordi Solé, de Ahora Repúblicas, la coalición que encabeza ERC junto a EH Bildu y BNG, ha asegurado que "hoy aquí debería estar el preso político Oriol Junqueras".

Ambos ha recibido la inmediata respuesta de los representantes de Ciudadanos, Luis Garicano, del PSOE, Josep Borrell, y del PP, Dolors Montserrat. "Ellos piensan que se pueden saltar la ley, y que Europa es eso, cuando es exactamente lo contrario, nadie en Europa reconoce eso", ha subrayado Garicano, mientras Borrell, catalán, subrayaba: "En España no hay presos políticos y el señor Puigdmont no es un exiliado, es un fugado de la justicia".

Montserrat, también catalana, les ha espetado que "la anomalía democrática son ustedes, los separatistas catalanes. No vengan aquí con propuestas huecas y vacías, porque la mayor desigualdad es la que provocan ustedes, la degradación de la libertad". Y otro catalén, el candidato de Vox, Jorge Buxadé, también ha arremetido contra los independentistas, al acusarles de "tener sometida a la mitad de Cataluña".

Los mejores momentos del debate a nueve de las elecciones europeas

A vueltas con el nacionalismo

Una vez marcado el tono, y pese a los esfuerzos por encauzar el debate hacia los temas propuestos (tres bloques, a saber: Europa política y social; economía y fiscalidad; y los retos que afronta la Unión Europea), Cataluña acababa asomando a cada rato, hasta el punto que la candidata de Unidas Podemos, María Eugenia Rodríguez Palop, ha ironizado con que parecía "un debate entre alcaldables de Barcelona o a la presidencia de la Generalitat".

También el candidato de Compromiso por Europa, Jordi Sebastià, trataba de escapar a la dialéctica nacionalista: “La gente entenderá viendo esto porque Europa va fatal”. Mientras, la candidata de Coalición por una Europa Solidaria, Izaskun Bilbao, dejaba ver la necesidad de un nacionalismo europeísta como el que encarna el PNV, que, ha recalcado, “ha defendido desde el origen el proyecto europeo”.

Eso no ha impedido que Borrell se enzarzara con Sola por el veto de los independentistas a la designación de Miquel Iceta como senador en el Parlament catalán, calificando de "actitud totalitaria" cuando "la mayoría no respeta los derechos de la minoría", mientras el candidato de ERC le acusaba de "banalizar el totalitarismo". O que Garicano asegurara que los nacionalistas "intentan dividirnos, se inventan agravios de hace 300 años", para que a renglón seguido Gorka Knorr tildara de "juicio farsa" el del Tribunal Supremo por el procés independentista.

La gresca por Cataluña se ha desatado incluso entre los partidos constitucionalistas: Dolors Montserrat ha acusado al PSOE de "flirtear con los nacionalistas" y le ha instado cerrar las embajadas de la Generalitat, a lo que Borrell, todavía ministro en funciones de Exteriores, ha contestado que no se lo permite la normativa de acción exterior que aprobó el PP.

Montserrat también ha criticado a Garicano por compartir grupo en el Eurocámara con el nacionalista catalán Ramón Tremosa: "Usted es un partido irrelevante para luchar contra el nacionalismo". Garicano, que ha insistido en que Tremosa ha sido expulsado de la Alianza de Demócratas y Liberales de Europa, se la ha devuelto al hablar de la "desvergüenza" de Montserrat al hablar del rescate financiero.

Borrell se refiere a Montserrat como "la guardiana de la PAC y la eliminadora del roaming"

Amonización fiscal y cambio climático

Con todo, algunos asuntos han logrado filtrarse entre los reproches a cuenta de Cataluña e incluso se ha constatado un cierto consenso, si no siempre en las vías, sí en los objetivos comunes de cara a la construcción del proyecto europeo. Así, todos los partidos se han dicho favorables a una armonización fiscal que evite la competencia en los impuestos entre los Estados miembros del Unión Europea y a impulsar la lucha contra el cambio climático.

La excepción, en este sentido, ha sido Vox, que ha exhibido su rechazo a ceder mayores cuotas de soberanía a Bruselas y ha defendido que los Estados tienen que poder fijar sus impuestos con libertad. "Queremos una Europa de naciones soberanas que cooperen voluntariamente", ha reiterado Buxadé, a contracorriente del europeísmo integrador del resto de formaciones.

De hecho, Jordi Sebastià, de Compromiso por Europa, ha ido más allá de la armonización fiscal y ha propuesto establecer impuestos europeos, sobre las transacciones financieras y las empresas contaminantes: “Si Europa no es fuerte y no tiene ingresos propios, no puede vigilar a los Estados”, ha argumentado.

Palop, de Unidas Podemos, ha sido insistente en priorizar la lucha contra la desigualdad, con medidas como el salario mínimo o el seguro de desempleo europeo, que también ha apoyado Borrell, mientras que Izaskun Bilbao reiteraba que, para construir una Europa social, antes hay que impulsar el desarrollo económico. Todos ellos han hecho una defensa cerrada de la Política Agraria Común, uno de los pilares de la construcción europea y vital para el sector español.

En cambio, donde no se han puesto de acuerdo ha sido en la necesidad de los grandes acuerdos comerciales, como los recientemente firmados con Canadá o Japón: Garicano y Montserrat han defendido el libre comercio como palanca de crecimiento, mientras Palop y Buxadé señalaban la necesidad de defender a los productores españoles. Ahora, ya con las propuestas sobre la mesa, serán los electores quienes decidan el próximo 26 de mayo.