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El azúcar que no se ve

  • La mayoría del azúcar que consumimos está “oculto” en los alimentos
  • Por lo que es muy importante saber identificarlo en los ingredientes
  • Descubre en este artículo por qué nos gusta el dulce

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El azúcar oculto en los alimentos

Aunque seamos conscientes de que abusar del azúcar no es muy saludable, el problema está en que la mayor parte que consumimos está oculta en los alimentos procesados. ¡Y lo peor es que no lo sabemos! A la hora de nombrarlo en la lista de ingredientes, se recurre a otro tipo de nomenclatura y por eso es fundamental aprender a identificarlo correctamente.

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Ojalá el azúcar fuera tan visible en los ingredientes de los productos que compramos como esos terrones que nos ponemos en el café o en las infusiones, así no habría ningún tipo de duda. Pero normalmente ese contenido real de azúcar “se maquilla” de muchas formas diferentes y eso hace que no seamos conscientes de todo lo que estamos tomando.

Glucosa, fructosa, lactosa, galactosa… Tenemos que asumir que prácticamente siempre la terminología acabada en el sufijo “osa” se está refiriendo a azúcares añadidos, así que tenlo en cuenta cuando vayas a hacer la compra, que no te engañen con productos que supuestamente son más saludables. Y no es la única manera de enmascarar el azúcar oculto.

Otros ingredientes que forman parte de muchos comestibles también lo tienen en su composición, por ejemplo los jarabes o siropeslos concentrados de frutas o los zumos. Incluso la miel casi en su totalidad es azúcar y actúa como tal en nuestro cuerpo.

No sabemos todo el azúcar que consumimos

Piensa en cuánto azúcar añades a tus platos, postres o bebidas. Seguro que por lo general la cantidad es relativamente razonable pero podemos asegurar que no somos conscientes de las cantidades de azúcar oculto que llegamos a ingerir. Llega al extremo de que de media, los españoles consumimos unos 110 gr de azúcar al día, ¡es casi un kilo de azúcar a la semana!

Tenemos que aprender a concienciarnos de lo importante que es interpretar correctamente los ingredientes. Primero hay que saber lo que comemos y luego ser capaces de mantener unos hábitos saludables en los que rechacemos alimentos que no nos convienen. Si queremos controlar nuestra glucemia hay que basar nuestra dieta en frutas (enteras), verduras y legumbres. Esas tienen que ser nuestras fuentes de hidratos de carbono.

Por supuesto no puede faltar la proteína de calidad, en productos magros y frescos, y grasas saludables, como la del aceite de oliva. Y recuerda que los cereales y las harinas que consumas mejor que sean integrales.