Enlaces accesibilidad
Rastreadores COVID-19

¿Cómo funcionarán los rastreadores de coronavirus tras la vacuna?

Por

Rastreadores COVID-19: ¿Cómo realizar un rastreo efectivo para evitar una 3ª ola?
  • Santigo Campillo Brocal es biólogo molecular y divulgador científico
  • El Método es un programa de divulgación científica en torno al coronavirus.
  • Más noticias de ciencia en rtve.es/ciencia

La pandemia por coronavirus, lejos de acabarse a finales de año, sigue en el apogeo de la llamada segunda ola. Las medidas para mitigarla parecen comenzar a hacer efecto. Sin embargo, todavía es pronto para afirmarlo con rotundidad. Eso no quiere decir que no sean útiles. De hecho, todo podría ser peor si no se hubieran adoptado. Y también podría haber sido mucho mejor si se hubieran adoptado antes.

Esto mismo es lo que ocurre con el caso de los rastreadores. Estas personas tienen un importante trabajo: localizar e identificar posibles afectados por el coronavirus con la intención de trazar el historial infectivo y detenerlo de inmediato. Su papel en el control de la pandemia de COVID-19 es indispensable. ¿Cómo ha funcionado y cuál es dicho papel?

"La vacuna no es una varita mágica"

Estamos a la espera de la vacuna contra el coronavirus, algo que esperamos como si fuera una suerte de solución para recuperar la normalidad que todo el mundo echa de menos tras un año de pandemia. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Por suerte o por desgracia, la inmunidad, en primer lugar, no se alcanzará con la llegada de las primeras vacunas. Ni tan siquiera con la segunda o tercera tanda.

"Podemos avanzar que el 2021 todavía va a ser un año de restricciones", comentaba para El Método Alex Arenas, catedrático de Ingeniería Informática y Matemáticas de la Universitat Rovira i Virgili. "La vacuna ". Con estas palabras, Arenas incide sobre el hecho de que para alcanzar la inmunidad de grupo, y la estabilización de la situación, hará falta mucho más tiempo. ¿Y mientras tanto?

Ángel Gil, profesor de Medicina Preventiva de Salud Pública de la Universidad Rey Juan Carlos y Alex Arenas, catedrático de Ingeniería Informática y Matemáticas de la Universitat Rovira i Virgili son las voces expertas de este programa.

Uno de los pilares básicos del control será el rastreo. "El tema de los rastreadores no es baladí", comentaba para el equipo Ángel Gil, profesor de Medicina Preventiva de Salud Pública de la Universidad Rey Juan Carlos. "Tienen que estar en los centros de salud y tienen que estar apoyando a los compañeros de medicina familiar y comunitaria". La pregunta que surge, sin embargo, es ¿se ha hecho bien?

¿Qué hacen los rastreadores?

Los datos revelados por Arenas apuntan a la verdadera importancia de realizar un buen rastreo. Sin este, es imposible conocer realmente el alcance de la pandemia. Para comprender por qué, el catedrático de Ingeniería Informática y Matemáticas nos apunta que nuestro sistema de rastreo es muy limitado: "Se limita a tres o cuatro contactos por positivo y eso básicamente cierra el círculo de nuestros contactos estrechos a la familia y amigos. [...] Va a ser imposible saber si te has contagiado en un lugar como el metro, un restaurante o un gimnasio donde no conoces a la gente y por tanto sus contactos estrechos no se ven, no se rastrean".

Al abrir toda la movilidad laboral y escolar, los brotes pasan a ser de transmisión comunitaria muy rápidamente y eso no se puede rastrear

Y, como decíamos, aquí es donde sale a relucir el hecho que comentábamos. Si queremos manejar datos reales, que nos indiquen de forma fiel dónde se producen (y cómo) los contagios, hay que mejorar este sistema de rastreo. ¿Y qué ha fallado?. "No ha habido, quizás, los recursos humanos adecuados para llevar a cabo el rastreo que hubiese sido necesario", señala Angel Gil. En otras palabras: hacía falta más personal de rastreo.

¿Y ahora? ¿Lo hemos solucionado?

Según Arenas, a partir de verano comenzó a incrementarse su número y su actuación. Sin embargo, los modelos estadísticos indican que ya era muy tarde, al haber perdido meses de información. "Al abrir toda la movilidad laboral y escolar, los brotes pasan a ser de transmisión comunitaria muy rápidamente y eso no se puede rastrear, básicamente", confirmaba.

En España, la aplicación Radar COVID llegó más tarde que en otros países, y nuestro sistema se basa en el contacto directo (cuando una persona va al médico) o telefónico, seguido del rastreo por teléfono de los contactos. Para expertos como Arenas, el uso de otros sistemas, como es la aplicación, es indispensable para poder obtener la información faltante en un buen sistema de rastreo: "Utilizar una aplicación de rastreo como Radar COVID, muy bien implantada, permitiría tener contactos de estos lugares [transporte, restaurantes, etc.]. Sin embargo, la implantación de Radar COVID en España todavía es mínima".

El trabajo que está aún por hacer

Está claro que la primera ola nos pilló desprevenidos. La segunda, sin embargo, ya contaba con información adecuada para disponer de rastreadores suficientes. ¿Qué ocurrirá en los meses venideros? Desde luego, estamos mejor preparados. Sin embargo, todavía quedan varios puntos que completar, explican los expertos consultados por El Método. Según estos, si no podemos otras medidas, como sería un rastreo masivo o mucha más educación con respecto a la importancia del rastreo y el papel que puede hacer la población con una aplicación, probablemente se impondrán a comienzos de año nuevo algunas medidas restrictivas, de nuevo. Entre ellas se barajan el teletrabajo o los cierres de negocios y municipios.

Para poder evitarlo, es importante entender lo importante que es poder rastrear y controlar la información sobre el coronavirus. Esta es la primera línea de defensa contra una pandemia cuyos estragos no imaginábamos a comienzos de año.

¿Cómo funcionarán los rastreadores de coronavirus tras la vacuna?

Una app, como Radar COVID, bien implantada y un buen rastreo es básico para plantar cara al coronavirus.