Consejos prácticos para celebrar una Navidad segura en tiempos de coronavirus

• Santigo Campillo Brocal es biólogo molecular y divulgador científico
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Se acerca la Navidad y, con las fiestas, también se plantean algunas situaciones de lo más peliagudas en materia de seguridad contra el coronavirus. La cercanía, las cenas, los momentos íntimos, la familia..., todos los elementos se unen para aumentar los potenciales contagios.

Está en nuestras manos hacer todo lo posible por minimizarlos, para lo que hemos abordado algunas cuestiones básicas a tener en cuenta estas fiestas.

¿Hay menos probabilidades de contagiar el coronavirus si me he hecho un test?

"Siempre hemos de elegir el test", aseguraba en el capítulo 4 Rafael Cantón Madrid, jefe del Servicio de Microbiología en el Hospital Universitario Ramón y Cajal. Mientras que los test de anticuerpos sirven para saber, en circunstancias concretas, si se ha pasado la enfermedad, la PCR tiene mucha sensibilidad para determinar si la estamos pasando.

¿Cómo son los nuevos test de antígenos que detectan la COVID-19 de manera rápida y sencilla?

Ninguno de los dos nos ayudará totalmente a reducir el potencial de infección, ya que los primeros no nos hablan de la presencia actual del virus, y los segundos podrían fallar si los hacemos durante la incubación, entre la infección y el momento de la aparición de los síntomas. Es un riesgo que no merece la pena tomar.

¿Cómo funciona la mascarilla en una cena de Navidad?

Ahora que sabemos el importante papel que tienen los aerosoles en la transmisión del virus, las mascarillas homologadaslo que incluye una cena de Navidad.

Por tanto, cuanto más tiempo las mantengamos puestas, mejor. Por otro lado, también sabemos que gritar y cantar puede aumentar la emisión de aerosoles de 20 a 50 veces. Por tanto, es mejor evitar hablar fuerte o cantar villancicos, y hacerlo siempre con la mascarilla, claro.

Coronavirus y aerosoles: ¿Qué medidas adoptamos para combatirlos?

¿Debemos servir platos al centro?

Aunque el riesgo de contagio por contacto es mínimo, no vamos a jugárnosla a este juego, ¿verdad? Lo mejor que podemos hacer es reducir al mínimo las oportunidades de infectarnos a nosotros y a los demás. Por ello, a la hora de servir es importante no hacerlo al centro.

La deliciosa cena navideña será mejor tenerla separada en platos individuales, lo que ayudará a minimizar el contacto. Y, a ser posible, mejor que el cocinero o cocinera sea solo uno. La regla de "en la cocina, cuanta menos gente, mejor", este año, se aplica a rajatabla. Ni qué decir tiene que mejor no chocar las copas.

¿Y a la mesa?, ¿cómo debemos sentarnos?

Como la transmisión se produce por aerosoles, pero también por gotículas, hay una cuestión que no podemos dejar de lado: los lanzamos hacia adelante.

Podemos ayudar a reducir la cantidad de microgotas que llegan a los demás, y minimizar el flujo que dirigimos de aire, si nos sentamos alternados, dejando un espacio enfrente. Es una medida un tanto tosca, pero puede resultar muy útil.

¿Es posible una reunión navideña segura? Calcula el riesgo de contagio

¿Qué ocurre con los niños y el coronavirus, estas navidades?

Los niños son malos vectores y sufren síntomas relativamente suaves (en general): "Los niños cuando se infectan por COVID, en general, no tienen muchos síntomas y cuando los tienen son muy inespecíficos", confirmaba Quique Bassat, professor y director del programa de Malaria del ISGlobal. Esto implica que tienen menos riesgo en general, pero no quiere decir que no puedan contagiarse o contagiar.

En conclusión, ¿podremos pasar unas navidades seguras, sin que el virus nos alcance? Recordemos que la probabilidad nunca es cero. No estamos a salvo jamás, pero podemos ponérselo difícil para infectarnos. Para ello, lo mejor es seguir la estrategia del queso suizo: cuantas más capas de seguridad pongamos, más complicado será que fallen las medidas de defensa. Eso sí, la responsabilidad, al final, depende de nosotros.