Así es la vacuna monodosis de Janssen, la cuarta aprobada por la Unión Europea
- Su principal ventaja es que requiere de una única dosis, y que ha mostrado una alta eficacia con todas las variantes
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La vacuna desarrollada por la farmacéutica Janssen, filial del gigante Johnson & Johnson, se ha convertido este jueves en la cuarta aprobada por la Unión Europea, después de que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) diese su visto bueno para su comercialización en los países comunitarios, entre ellos España, y de que acto seguido la Comisión Europea otorgase la aprobación definitiva. Se suma así a las vacunas de Pfizer/BioNTech, Moderna y AstraZeneca, que ya se están administrando en la Unión Europea contra la COVID-19. Sin embargo, a diferencia del resto, la nueva vacuna se administra en una sola dosis, por lo que las autoridades sanitarias esperan que ayude significativamente a agilizar la campaña de vacunación.
La Comisión Europa ha emitido una licencia de uso para la vacuna de Janssen en la UE, condicionada a varios compromisos por parte del fabricante, como el seguimiento de sus ensayos clínicos durante los próximos años para detectar cualquier efecto secundario nuevo.
Bruselas, por el momento, ha suscrito un contrato para adquirir 200 millones de dosis de esta vacuna, con posibilidad de ampliar la compra en otros 200 millones. Empezarían a llegar a partir del mes de abril y de ellas, a España le correspondería un 10%, por lo que tendría suficiente para inmunizar a 20 millones de personas. Los planes de la UE pasaban por inyectar 55 millones de dosis de esta vacuna (5,5 millones en España) durante el segundo trimestre del año. Sin embargo, la compañía ya ha anunciado retrasos en su envasado que pueden poner en peligro el suministro de las dosis acordadas dentro de este plazo.
A diferencia de las vacunas de Pfizer/BioNTech y Moderna, la de Janssen no se basa en ARN mensajero, sino que utiliza como vector viral un adenovirus humano modificado genéticamente para expresar la proteína S del coronavirus SARS-CoV-2 y estimular así la respuesta inmune frente a él. Esta técnica es muy similar a la empleada por la vacuna de AstraZeneca, que emplea un adenovirus de chimpancé, y también se caracteriza por su seguridad, ya que el patógeno no puede replicarse en el organismo humano y causar enfermedades.
Una sola dosis, su principal ventaja
Pero la principal ventaja de la vacuna de Janssen con respecto a las ya aprobadas es que necesita una única dosis para que la persona vacunada logre la inmunidad, lo que facilita mucho su logística y administración.
Además, otro punto fuerte es que no necesita congelación para su mantenimiento y puede ser conservada hasta tres meses en condiciones de refrigeración estándar -a temperaturas de entre 2 y 8 grados centígrados-, convirtiéndose así en una firme candidata para su uso en zonas del mundo con una infraestructura de transporte débil e instalaciones insuficientes para mantener con garantías la cadena de frío.
Sin embargo, esta vacuna ha demostrado una eficacia ligeramente inferior con respecto a las ya aprobadas, aunque el nivel de protección que confiere ante los casos más graves de la enfermedad sigue siendo muy alto. Los ensayos clínicos, llevados a cabo en una muestra de aproximadamente 60.000 voluntarios, apuntan a que consigue un 66% de efectividad general, que se amplía al 86% con respecto a casos graves y hospitalizaciones. Otra ventaja importante es que alcanza este nivel de protección contando ya con las variantes del virus que circulan, como la sudafricana, la británica o la brasileña de Manaos.
Otras tres vacunas en revisión
Aunque todavía no hay un calendario de aprobación fijado, la EMA tiene abiertos otros tres procesos de evaluación continua de vacunas contra la COVID-19: la desarrollada por el laboratorio alemán CureVac, la del estadounidense Novavax, y la vacuna rusa Sputnik V.