Ofelia se enfrenta al reto más duro de su vida: cocinar con potro
- Descubre de dónde le viene a Ofelia el amor por los caballos
- Recuperamos los mejores momentos del último programa de MasterChef 9
Probablemente Ofelia hay vivido el programa más duro de todo su paso por MasterChef. Es difícil explicar con palabras lo que supone para una amante de los caballos como ella tener que cocinar con potro para asegurar su supervivencia en el programa. “Yo he contado muchas veces en la casa lo que los caballos significan para mi y pedí a mis compañeros que lo respetaran”, decía llorando en las cocinas. Algo que claramente Dani no veía igual al contrarrestar asegurando que él ha tratado a Ofelia con el mismo respeto que ella tiene hacia sus compañeros.
“Que demuestre ahora si verdaderamente quiere quedarse en MasterChef”, decía Dani desde la galería junto a Pepe al ver la reacción de Ofelia con el producto. El aspirante fue el mejor de la prueba de exteriores y se encargó de repartir la carne entre sus compañeros. Estaba claro que quería poner a Ofelia al límite, someterla a la mayor presión posible para que de una vez por todas se muestra tal y como dicen sus compañeros que es. Lo curioso es que la jugada le salió mal al aspirante de Bilbao. Resulta que Ofelia se hizo grande con el plato de potro, cocinó entre lágrimas y realizó una elaboración más que victoriosa. “No te voy a decir aún ganadora, pero si te diré que eres mi caballito”, le comentaba Jordi Cruz con cariño en la valoración. Y es que superar un reto tan grande como este no lo hace cualquiera.
¿Por qué son los caballos tan importantes para Ofelia?
Ofelia ha sufrido una tremenda hiperactividad desde pequeña. A la aspirante le costaba concentrarse, encontrar su lugar, no sentirse juzgada… A modo de terapia su familia decidió apuntarla a competiciones en el mundo equino. Los caballos le sirvieron como bálsamo para tapar sus nervios, fueron una terapia estupenda y el remedio que necesitaba. Ofelia siempre ha dicho que, aunque ha ido a competición muchas veces, no ha ganado nada. “A mí lo que me gusta es la sensación de felicidad que siento cuando estoy subida a un caballo, la sensación de libertad”.
Recordemos que Ofelia ha pasado por ocho colegios diferentes en su niñez, tenía a dos personas a su cargo para poder controlarla y una relación con su padre un tanto turbulenta. Ofelia es el ejemplo de alguien completamente marcada por la infancia que busca su hueco en el mundo adulto y lo hace como puede. “Sé que soy muy infantil, pero soy sincera y transparente. A mí o me amas o me odias, ya estoy acostumbrada a ello”.