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¿Qué es más resistente: la cáscara de un huevo o una roca caliza?

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Marta Verona descubre todos los secretos de la Ciudad Encantada
  • 'Curiosity' todos los miércoles a las 22:00 horas en La 2 y cuando quieras en RTVE Play

Comparar la resistencia de una roca caliza cuyo origen se remonta a millones de años con la cáscara de un simple y proteico huevo no dejaría, a priori, lugar a dudas. No tardaríamos en asegurar que la caliza es, de sobra, mucho más dura. Quienes estén convencidos al 100% de esta afirmación cambiarán de opinión tras ver el experimento que han llevado a cabo Marc Santandreu y Marta Verona, investigadora en nutrición culinaria, en ‘Curiosity’.

Un secreto muy natural

El protagonista de todo esto es un compuesto químico llamado carbonato de calcio, muy abundante en la naturaleza y, de forma predominante, en las rocas calizas como el mármol o minerales como la calcita. El CaCO3, que así se denomina químicamente, es también el principal componente de conchas, caparazones y esqueletos de crustáceos, moluscos, corales y algas. ¡Existe todo un universo de carbonato cálcico bajo el mar!

El salfumán no engaña

Lo cierto es que las rocas calizas y el fondo del mar no son los únicos protagonistas del ‘team calcio’. La cáscara del huevo también lo contiene en condiciones normales. Ahora bien, ¿en la misma proporción? La respuesta a esta pregunta la tiene el ácido clorhídrico, una sustancia química cuya disolución en agua conocemos comúnmente como salfumán y que es determinante para saber la mayor o menor pureza de calcio en un determinado elemento. A mayor porcentaje, mayor acción corrosiva del ácido clorhídrico.

Falsas apariencias

Con un sencillo experimento se comprueba que la aparente dureza de un elemento presente en la naturaleza no lo es tanto. Vamos por partes. Vertiendo tan solo dos gotitas de salfumán en una roca, el efecto es casi instantáneo y, en pocos segundos, comenzarán a surgir burbujas como respuesta a la acción erosiva del ácido sobre la caliza: “Es alucinante ver cómo algo que es sinónimo de dureza y resistencia, en pocos segundos comienza a desintegrarse”, indica Marc Santandreu.

La cascara del huevo es más resistente que la roca caliza

En este experimento del programa 'Curiosity' en la Ciudad Encantada de Cuenca, se ponen a prueba los efectos del salfumán en diferentes materiales. RTVE

¿Qué ocurre si repetimos el experimento con un mejillón y la cáscara de un huevo, cuyas superficies aparentan mucha más fragilidad? Teniendo en cuenta que ambos elementos también contienen carbonato de calcio, podríamos aventurarnos a decir que correrían mucha peor suerte que la roca caliza…

He aquí el quid de la cuestión: el volumen de calcio presente en el mejillón y el huevo es significativamente más reducido que el de la roca. Esa es, precisamente, la razón de que soporten mucho mejor la acción del ácido clorhídrico. Dicho de otra forma, no se dañan tanto ni tan rápido como la roca. En concreto, la concha del molusco permanece casi intacta tras varios segundos en contacto con el ácido clorhídrico. En el caso de la cáscara de huevo, las burbujas de la reacción química emergen con más fuerza y en menos tiempo que en el caso del mejillón, pero se mantiene intacto si lo comparamos con la roca caliza. La naturaleza no defrauda, ¿algo mejor que el huevo para defender del exterior la vida que se encuentra en su interior?

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