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FC Barcelona 1 - Real Madrid 2 | Final Copa del Rey 2014

Messi ya no decide las finales

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Messi pasó sin pena ni gloria por la final de Mestalla

Si algo ha tenido el Barça es que Messi ha sido determinante en las 16 finales que ha disputado desde que aterrizó en el primer equipo allá por 2004. La número 17 era esta final de la Copa del Rey en Mestalla ante el Real Madrid, la primera en la que ha dejado de ser relevante para su equipo y no solo por la derrota.

El '10' culé apenas ha dispuesto de un par de ocasiones mal ejecutadas y su rol secundario ha sido el mismo que en cuatro de los úlitmos cinco encuentros que ha disputado el Barça en este mes de abril. Messi se posicionó desde el comienzo de la final que ha perdido ante el Real Madrid (1-2) entre las dos líneas defesivas del equipo 'merengue'.

Siempre por el centro y sin apenas inquietar a Pepe y Ramos en el eje de la zaga. Messi se conformaba con estar en una posición demasiado estática entre Alonso y los centrales, esperando constantemente a que le llegasen los balones para asociarse, pero sin mostrar esa ambición necesaria para ser determinante en una final.

Curiosamente, el cuarto título que el Barça deja escapar en las ya 17 finales que ha disputado con Messi, tres han sido ante el eterno rival. Los números de la 'Pulga' en las citas determinantes constrastan con la actuación en el desempate histórico ante el Real Madrid, que se ha decantado del lado del club de la capital, con cuatro finales ganadas, por las tres azulgranas.

Messi había sido imprescindible en los 13 títulos logrados de los 16, sin contar con el partido de Mestalla, con 18 goles y cuatro asistencias, para levantar Champions, Copas del Rey, Supercopas de España y de Europa y Mundialitos de clubes.

El partido comenzó con el 4-3-3 habitual en  las alineaciones del 'Tata', pero con la novedad de ver a Neymar por la derecha e Iniesta por la izquierda. Messi se apropió de la posición de falso '9', la que creó el propio Guardiola para dar más libertad al argentino, que antes jugaba más tirado al pico derecho.

Al Barça no le duraba mucho el balón y el Real Madrid estaba muy cómodo con recuperaciones fáciles y salir con contras bien montadas y basadas en la velocidad de Di María y Bale, los dos protagonistas de la noche.

Se esperaba otro Messi en la final, más determinante, que bajase a ayudar a sus compañeros y a pedir balones como antes bien hacía. El argentino no ha sido desequilibrante y no ha luchado ni un solo balón dividido que él mismo previamente había perdido.

¿Quién ha robado el mes de abril?

Desde que comenzó el mes de abril, una fecha negra ya para el calendario 'blaugrana', los malos resultados del Barça han contrastado con el rendimiento de la 'Pulga' en el campo. En estos 16 días, el equipo del 'Tata' ha disputado cinco partidos (dos de Champions, dos de Liga y esta final de Copa).

Comenzó un mes determinante con la ida de los cuartos de la Champions League en el Camp Nou ante el Atlético de Madrid, partido que acabó con 1-1 y una imagen muy pobre de Messi, que relegó el protagonismo en favor de Neymar. Después de ese empate, el Barça recibió en casa al colista de a Liga y se impuso por 3-1, con dos goles del argentino, uno de ellos de penalti.

Parecía que el reencuentro de Messi con el gol iba a desatar al delantero en la vuelta de la Champions en el Calderón, un partido que iba a marcar buena parte de la temporada del equipo. No se podía fallar ante el rival a batir esta temporada y en plena lucha por la Liga. Pero la historia se repitió y el Barça cayó ante el Atlético, dando una pésima imagen y, de nuevo, Messi brilló por su ausencia.

Llegó la Liga con un rival a priori sencillo como es el Granada para resarcirse de la eliminación de Champions y el momento de que Messi afinara la puntería y el juego antes de la gran final de Copa que se iba a disputar unos días después. El resultado fue el mismo, un equipo sin ambición y descolocado que reflejaba en el campo los síntomas de apatía de su propio jugador franquicia.

En apenas cuatro días el FC Barcelonay se quedaba casi descartado en la lucha por la Liga. Solo la Copa podía servir de parche a una mala temporada que empezó bien, pero que se fue torciendo conforme el equipo fue perdiendo las inercias ganadoras de un campeón venido a menos.

La final de la Copa del Rey ante el Real Madrid solo ha confirmado el final de temporada de un equipo que necesita un cambio de ideas y una renovación profunda. Debía ser el resurgir de la bestia o la confirmación de su muerte. Era la hora de Messi, de demostrar que sigue teniendo hambre de títulos y ganas de dirigir al equipo, pero otra vez, el astro ha parecido conformarse con ser mero testigo del peor mes que se le recuerda al Barça en las últimas temporadas, con la tercera derrota consecutiva.

Al club culé y Messi solo les queda seguir luchando partido a partido en la Liga para esperar una carambola demasiado difícil de dar. El objetivo y la mente del argentino parecen estar puestos en la próxima cita del Mundial de Brasil del mes de junio. Solo el tiempo dirá si el jugador se ha estado reservando para la gran cita o simplemente es que se ha cansado de ganar.