La Ley de Violencia de Género británica provoca un descenso de las denuncias de mujeres maltratadas
La nueva ley británica contra la violencia doméstica ha tenido un efecto de bumerán y ha hecho que muchas mujeres se abstengan de denunciar a sus agresores, según una información publicada por el diario británico The Times.
Desde que se introdujo la nueva ley, por la que ese tipo de actos se considera un delito penal y no se trata ante un tribunal de tipo civil, al menos 50.000 mujeres no han denunciado a quienes las agredieron.
Las víctimas de ese tipo de violencia, en su mayoría mujeres, se muestran reacias a dar ese paso por temor a que sus parejas tengan de pronto un historial criminal y puedan ser condenados hasta a cinco años de cárcel.
Según calcula John Platt, un juez con 20 años de experiencia en ese tipo de casos, el número de mujeres que han solicitado protección contra sus agresores ha bajado entre un 25% y un 30% desde el pasado julio.
En 2006, un total de 20.000 mujeres solicitaron protección, por lo que un descenso del 20% significa que unas 5.000 víctimas optaron por no denunciar a su agresor, que en muchos casos era el padre de sus hijos y la única fuente de ingresos.