La presencia de Angelina Jolie domina la segunda jornada del Festival de Cannes

• La actriz norteamericana ha presentado la película de dibujos animados Kung Fu Panda
• En ella, actores como Dustin Hoffman, Luy Liu y la misma Jolie dan voz a los personajes
• Primeros aplausos para Leonera, una película argentina sobre maternidad en la cárcel
• Proyectado un documental animado sobre la matanza de palestinos en Líbano en 1982

El sombrero y la chaqueta de Indiana Jones

Angelina Jolie ha presentado en la segunda jornada de Cannes la película de dibujos animados Kung Fu Panda, en la que cede su voz a uno de los personajes. La Jolie ha acudido al festival de cine,  embarazada de ocho meses y de gemelos, junto a Dustin Hoffman, que también participa en la cinta.

"Mis niños ya han visto la película y la adoran. Ha sido genial poder verla con ellos, porque desde que se han enterado de que yo era la tigresa he subido muchos puntos en casa", ha dicho Jolie en la entrevista que ha concedido a Jose Fernández, el enviado de Televisión Española al evento.

Los primeros aplausos de Cannes en la sección oficial los ha provocado Leonera, una sólida y dura película del cineasta argentino Pablo Trapero sobre el drama de una joven encarcelada y la relación que desarrolla con su hijo, que cuenta con un magnífico trabajo de la actriz Martina Gusman.

Gusman realiza una interpretación llena de matices en su papel de Julia, una joven acusada del asesinato de su novio aunque las circunstancias de ese suceso no están del todo claras, pero que le lleva a la cárcel, donde nacerá su hijo Tomás.

Su paso por la cárcel supone toda una transformación para ella y de ahí la elección del título de la película, que significa 'lugar de tránsito', término usado en especial en Argentina para las zonas de las prisiones por las que los presos pasan para ser trasladados.

La matanza de Sabra y Chatila en dibujos

La sección oficial también ha contado con un documental animado sobre el papel de Israel en la matanza de palestinos en Sabra y Chatila (Líbano) en 1982. Está firmado por el director israelí Ari Folman, que ha afirmado que su filme "no es político", sino "únicamente la historia personal de unos soldados".

La película es una interesante y muy original reflexión en forma de documental animado, formato que era el único posible a juicio de Folman para contar una historia de "recuerdos, sueños, alucinaciones y subconsciente".