La Unión Europea logra un acuerdo para ampliar la jornada laboral a más de 48 horas semanales
- Los 27 alcanzan un acuerdo que permite ampliar la jornada hasta las 65 horas semanales
- Aprobado por mayoría cualificada con las abstenciones de varios países, entre ellos España
- Esta nueva normativa tendrá que ser ratificada por el Parlamento Europeo
- El trabajador pactará con la empresa la ampliación de su jornada laboral
- El acuerdo incluye garantías para evitar que se acepte la ampliación bajo presión
Los países de la Unión Europea han alcanzado un acuerdo, tras un maratón negociador de más de 12 horas, que consagra la posibilidad de ampliar la jornada laboral por encima de las actuales 48 horas semanales, si así lo acuerdan el trabajador y el empresario, según anunció la Presidencia de turno eslovena.
El objetivo es llegar a una jornada laboral de 65 horas semanales, tal y como exigían los países partidarios de una mayor flexibilidad en el mercado de trabajo, encabezados por Reino Unido.
Los ministros de Trabajo aprobaron por mayoría cualificada la reforma de la directiva de Tiempo de Trabajo -que aún debe recibir el visto bueno del Parlamento Europeo- con las abstenciones de varios países, entre ellos España. Precisamente, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, ha asegurado este lunes que los socialistas tratarían de frenar esta nueva normativa por considerarla un intento de regresión social.
Junto con España se han abstenido también Bélgica, Chipre, Grecia y Hungría. Los cinco países presentaron una declaración conjunta en la que piden a la Eurocámara que mejore la norma durante su tramitación posterior. También han presentado reservas Portugal y Malta.
En cambio, Italia y Francia, que en anteriores debates se habían situado en el bando de España, dieron su visto bueno al texto.
Los Veintisiete deberán llegar ahora a un acuerdo en segunda lectura con el Parlamento Europeo, que tiene poder de decisión en esta materia.
Contempla garantías para que el trabajador no acepte la jornada laboral bajo presiones
La directiva aprobada este martes -al sexto intento y tras cuatro años de negociaciones- establece que, como regla general, la semana de trabajo en la UE debe tener 48 horas como máximo. Sin embargo, se permitirá que, en virtud de acuerdos individuales, empresario y trabajador puedan alargar la jornada laboral hasta 60 horas semanales, calculadas como media durante un periodo de 3 meses, e incluso hasta 65 horas en el caso de guardias médicas.
Se contemplan una serie de salvaguardas para garantizar que los trabajadores aceptan la nueva jornada laboral voluntariamente y no forzados por temor al despido. El empresario deberá obtener un consentimiento por escrito del trabajador para trabajar más de 48 horas.
Corbacho: "Con la medida nos acercamos más al siglo XIX que al XXI"
El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, ha reclamado a la Eurocámara que "rectifique" esta norma en su segunda lectura por considerar que representa "una regresión en la agenda social". "Me ha sorprendido mucho que se hable de 65 horas laborales a la semana y se diga que además es un avance social. Es algo que a los ciudadanos y a las ciudadanas les va a costar entender y que lógicamente a mi tampoco me satisface", ha destacado.
Corbacho ha dicho que, con iniciativas como esta, la UE no puede sorprenderse después "si cada vez los ciudadanos se distancian más de esa Europa que se aleja de lo que realmente a los ciudadanos les gustaría que fuera".
"Europa no puede ser solamente un espacio económico, Europa no puede ser solamente el espacio de la flexibilidad, Europa tiene que ser también el espacio de los valores, el espacio de los derechos", ha insistido el ministro, para quién con este medida "nos acercamos más al siglo XIX que al siglo XXI".