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El Polo Norte puede derretirse por primera vez este verano

  • Hay una alta presencia de hielos de primer año, menos resistentes a las altas temperaturas
  • Hasta ahora se pensaba que el polo se 'esfumaría' en verano entre 2013 y 2030
  • Los vientos cálidos y el tiempo soleado de este año ha acabado con un 65% de los hielos

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Imagen de los hielos del Ártico tomadas por los tripulantes del barco rompehielos 'Amundsen'
Imagen de los hielos del Ártico tomadas por los tripulantes del barco rompehielos 'Amundsen'

El Polo Norte sin hielo. Ésta es la singular atracción que quizá puedan ver este verano aquellos que quieren acercarse a la zona que, por primera vez en su historia, podría quedarse sin su seña de identidad.

No es ninguna predicción fatalista, sino una hipótesis basada en la observación en vivo de los hielos septentrionales por parte de los tripulantes del Amundsen, un barco rompehielos canadiense de investigación.

"Realmente proyectamos que este año el Polo Norte podría quedarse libre de hielo por primera vez", ha reconocido , a National Geographic David Barber, de la Universidad de Manitoba, uno de los tripulantes.

Estas observaciones de primera mano, unidas a las imágenes via satélite, muestran que la zona inmediatamente anterior al polo está compuesta en su mayoría por el hielo anual o de primer año, el que se forma cada año en la helada de invierno.

Este hielo es mucho más fácil que se derrita en los meses de verano porque es más fino que el hielo perenne o multianual, que ha resistido varios ciclos de congelado y descongelado.

Desaparición acelerada

Los recientes modelos climáticos sugerían que el Ártico se quedaría sin hielos entre 2013 y 2030, pero la asombrosa rapidez con la que se está derritiendo la zona respecto al año pasado ha llegado a destruir parte de los hielos permanentes, rompiendo con todos los registros anteriores.

"Hemos perdido el 65% del hielo que cubre el Hemisferio Norte en un año", ha detallado sorprendido Barber, que nunca pensó que fuese posible que el sistema perdiese una porción tan grande de hielo a la vez.

Las posibles razones apuntan a una combinación de corrientes marinas más cálidas, los vientos y el tiempo insospechadamente soleado que ha habido este año.

Pese a que el frío verano hizo recuperar la esperanza de que los hielos se recuperarían, lo cierto es que su llegada ha sido demasiado tardía como para que los jóvenes hielos formados durante este periodo puedan resistir los meses más cálidos.

Especie 'en peligro'

Con todo,  este descongelado sería más simbólico que real, ya que el los hielos permanentes, trasladados a la plataforma continental canadiense por el tiempo y la rotación dela Tierra, podrían sobrevivir al verano.

De hecho, la comunidad científica considera improbable que estas circunstancias adversas para el hielo puedan volver a repetirse otro año y son reacios a prever que pasará en años venideros con los hielos del Ártico.

"Pese a que muchos de los hielos de primer año se derriten en verano, no todos lo hacen, por lo que no podemos estar seguros de que se derritirán en el Polo", ha precisado Ron Lindsay, del Centro de Ciencia Polar de la Universidad de Washington.

Sea como fuere, el futuro del hielo del Ártico no está ni mucho menos asegurado, ya que casi todos los modelos climáticos predicen su desaparición para 2100. 

"Decimos bromeando que se trata de especies en peligro de extinción", relata Barber, que cree que esta circunstancia convierte en un reto su estudio científico antes de que desaparezcan más allá del cambio de estación.