Emocionante y rapidísimo encierro de los Miura en el séptimo día de los Sanfermines
El encierro de Miura, séptimo de los Sanfermines ha sido precioso
Los toros han impuesto un ritmo trepidante a la carrera
Fieles a su tradición, la ganaderia de Miura ha corrido noblemente y sin causar problemas
Fieles a la tradición, los toros de la ganadería de Miura han impuesto un ritmo trepidante al encierro. Como acostumbran año tras año en Pamplona, ya en la cuesta de Santo Domingo, dos de los toros se han adelantado a los cabestros y han enfilado el recorrido hacia la plaza ignorando a los corredores y a todo lo que se interpusiera en su camino.
En la curva de Mercaderes y Estafeta, debido no sólo al propio recorrido sino también a que el suelo estaba muy mojado, la manada ha resbalado pero no ha disminuído su velocidad. Aquí se ha producido el momento de peligro porque los mozos que se encontraban en su camino lo han pasado reamente mal.Por la calle Estafeta, donde también se han producido resbalones, la manada iba totalmente alargada, un toro abría camino en solitario seguido de cerca por otros dos, un poco después los cabestros que dirigían a otros dos astados y cerrando la manada por detrás el último. Ha habido bastantes huecos para correr, y a pesar de la cantidad de corredores que hoy se han dado cita en el encierro, hemos podido obserbar carreras preciosas.
Una vez enfilar el tramo de telefónica y la bajada al callejón, por inercia, los toros se han pegado hacia la derecha, prácticamente contra el vallado limpiando todo lo que han encontrado a su paso. Al final, en el callejón que conduce a la plaza, se ha producido un pequeño montón de mozos, pero no ha habido que lamentar ningún herido por asta de toro, según el parte facilitado por Cruz Roja, aunque los golpes, coscorrones y caídas se han contado por miles. Seis mozos han tenido que ser transladados, cuatro al Hospital de Navarra y dos a Virgen del Camino. Presentaban traumatismos y policontusiones.
En este séptimo encierro de estos Sanfermines y, precisamente por ser un domingo y darse cita en el recorrido tantos mozos, la ganadería que ha protagonizado la carrera ha sido la de Miura. La Casa de Misericordia, que es la propietaria de la Plaza de Toros de Pamplona, procura que los fines de semana de fiestas, los toros que se encierren garanticen, en la medida de lo posible, la mayor seguridad.
Una curiosidad que hoy se puede reseñar y que se está convirtiendo en una costumbre, dado que viene haciéndolo en los últimos años, es que uno de los matadores que esta tarde lidiará en el coso pamplonés, Juan José Padilla, ha corrido el encierro.