'Stayin Alive', el ritmo adecuado para salvar vidas
- El ritmo de esta canción ayuda a realizar ejercicios de reanimación cardiorrespiratoria
- Los reanimadores que la escuchan hacen el número adecuado de compresiones
- Mantener el ritmo de 100 pulsaciones por minuto puede ser esencial para salvar vidas
"La vida no va a ningún sitio, pero alguien me ayuda. Yo me mantengo vivo". Así terminaba Stayin Alive, la canción de los hermanos Gibb que dominó las pistas de baile de todo el mundo a finales de los 70 con John Travolta como embajador de lujo en Fiebre del Sábado Noche. Lo que no sabían es que, gracias a su canción, pueden mantener con vida-literalmente- a mucha gente.
Así se desprende de un estudio realizado por la Universidad de Illinois que recoge la CNN, donde se ha comprobado que los médicos y estudiantes de medicina que escuchaban en su iPod esta canción realizaban el número adecuado de compresiones para reanimar a una persona que sufre una parada cardiorrespiratoria.
Y es que el ritmo de los falsetes de los hermanos Gibb no solo hizo moverse como nunca a las caderas de Tony Manero, también logran que el que lo escucha tenga la concentración necesaria para hacer 103 compresiones por minuto, un número ideal para reanimar un corazón parado.
Llegar a las 100 compresiones
De hecho, según la Asociación Americana del Corazón, el reanimador debe hacer unas 100 compresiones por minuto, muchas más de las que se suelen hacer normalmente.
El estudio se centró en 15 estudiantes y doctores y constaba de dos partes. En la primera hicieron el ejercicio de reanimación cardiorrespiratoria (RCP) en unos maniquís mientras escuchaban la canción en sus auriculares y seguían su ritmo.
Cinco semanas después, se les pidió que hicieran lo mismo sin escuchar la canción pero recordando el mismo ritmo.
El número de compresiones que hicieron en la primera parte fue de 109, mientras que en la segunda llegaron hasta 113. En ambos casos, son más de las necesarias, pero para reanimar un corazón es mucho mejor realizar más compresiones de las necesarias que quedarse corto.
"Les dirigió y les motivó para mantener el ritmo, que es lo más importante", ha subrayado David Matlock, el autor del estudio, que ahora va a presentar su hallazgo al Colegio Americano de Médicos de Emergencias.
La importancia de este hallazgo reside en que realizar de forma adecuada esta maniobra triplica las posibilidades de salvar a alguien de un fallo cardíaco. Por este motivo, Matlock espera ampliar el estudio a personas que no saben realizar masajes cardíacos usando pacientes reales.
Un truco práctico
Pero la idea de usar esta canción no se le ocurrió a Matlock. Desde hace dos años, la Asociación Americana del Corazón recomienda usarla a los instructores de ejercicios de reanimación cardiorrespiratoria.
Este organismo, a su vez, lo tomó de un médico que lo utilizaba como herramienta de entrenamiento, según ha detallado el portavoz de la asociación, Vinay Nadkarni.
"No sé cómo los Bee Gee supieron esto, probablemente no lo sabían, pero dieron justamente con un ritmo natural que es muy popular, muy pegadizo y que nos ayuda a hacer el masaje de la forma correcta", asegura Nadkarni.
Así lo atestigua Matthew Gilbert, un médico residente de 28 años quee staba entre los participantes en el estudio de la Universidad de Illinois. Desde entonces, ha revivido a pacientes reales tan sólo teniendo la canción en su cabeza.
"Estaba un poco preocupado porque me habían dicho que no tengo ningún ritmo", ha confesado Gilbert, que no es precisamente un fan de la música disco.