España entrará en recesión en el cuarto trimestre, según los primeros datos de Economía
- La caída del consumo, el aumento del paro y la pérdida de confianza, principales causas
- No obstante, mejora la demanda externa por el "significativo" recorte de las importaciones
La economía española entrará en recesión en el cuarto trimestre, según los primeros indicadores correspondientes a los últimos meses del año, que reflejan "una acentuación del debilitamiento de la actividad" respecto al tercer trimestre, cuando la actividad ya se contrajo el 0,2%.
Así, en su último Boletín Económico, el Ministerio de Economía señala que la economía española ha intensificado, en los meses transcurridos de 2008, el proceso de ajuste iniciado a mediados del pasado año debido, en gran medida, al agravamiento de las convulsiones en los mercados financieros internacionales.
Esta situación ya hizo que la economía española se contrajese el 0,2% en el tercer trimestre del año, según los datos de Contabilidad Nacional.
El Ministerio de Economía constata que los datos preliminares de los indicadores sintéticos del cuarto trimestre apuntan a una acentuación del debilitamiento de la actividad lo que, teniendo en cuenta que técnicamente una economía entra en recesión cuando registra dos trimestres de crecimiento negativo, indicaría que España entrará en recesión entre octubre y diciembre.
Economía explica que la pérdida de vigor de la actividad económica española responde al progresivo debilitamiento de la demanda nacional a lo largo de este año, reflejo del cambio de tendencia experimentado por el empleo, el deterioro de la confianza de los agentes económicos y el endurecimiento de las condiciones de financiación.
Mejora la demanda externa
No obstante, recuerda que la desaceleración del gasto interno se ha compensado parcialmente por una mejor evolución de la demanda externa debido, principalmente, al "significativo" recorte de las importaciones.
Esto, añade Economía en su último Boletín, ha dado lugar a un "cambio significativo" en la composición del PIB que, tras varios años de crecimiento impulsado por la demanda nacional ha pasado a tener a la demanda externa como motor principal.
Respecto a la evolución de la inflación, el Ministerio de Economía advierte de que la resistencia a la baja de la tasa de inflación subyacente -excluye la evolución de los precios de la energía y los alimentos- en los últimos meses, podría deberse a "cierto grado" de traslación a los precios finales de la aceleración salarial registrada en 2008.
No obstante, augura que la reducción de la tasa de inflación general (que en noviembre se redujo hasta el 2,4%) y de la subyacente (2,7%) "muy probablemente tendrán continuidad en 2009 puesto que se espera que los precios energéticos abandonen el escalón alcista de un año antes, al menos hasta la mitad del verano.
Además, la alimentación todavía seguirá reduciendo su tasa interanual en los primeros meses de 2009, debido a la comparación con el fuerte aumento registrado un año antes.
Estos factores junto con la esperada continuidad de la debilidad del consumo el próximo año y la previsible moderación salarial debido a la no actuación de las cláusulas de revisión salarial ligadas a la inflación prevista, serán factores que actuarán sobre el núcleo inflacionista y posiblemente produzcan un recorte del mismo.