Netanyahu se niega a turnarse en el poder con Livni mientras ambos cortejan a Lieberman
- Esta solución fue adoptada en 1984 cuando se produjo una situación similar
- Sin embargo, el líder del Likud le pide a Livni que se una a un gobierno presidido por él
- La candidata más votada se reúne con el líder ultraderechista para acerca posturas
- Netanyahu también habla con él y con los ultraortodoxos para perfilar su coalición
- Un gobierno demasiado escorado a la derecha generaría inquietud en EE.UU.
En 1984 los laboristas liderados entonces por Simón Peres ganaron las elecciones por un estrecho margen al Likud de Isaac Shamir, pero los partidos de derecha tenían más peso en la cámara israelí (Knesset). Por eso, decidieron formar un gobierno de unidad nacional turnarse en el poder, siendo uno primer ministro por dos años y el otro, los dos siguientes.
Veinticinco años después a Peres, ahora presidente, se le habrá pasado por la cabeza esa solución para superar la situación de bloqueo de facto que vive el país tras la mínima victoria de Tzipi Livni sobre Benjamin Netanyahu. Sin embargo, el líder derechista ya ha dejado claro que no compartirá el poder con nadie.
Lo ha hecho en unas palabras ante sus diputados recogidas por la versión digital del diario Yediot Aharonot, donde ha asegurado que Livni debe dejar de lado consideraciones políticas y unirse a un Gobierno presidido por él.
"Hemos recibido un mandato del pueblo y debemos dirigirnos a nuestro socios naturales y, luego, tratar de expandir el Gobierno", ha asegurado Netanyahu a sus diputados, a quienes ha asegurado que "no habrá rotación" de poder.
Cortejando a Lieberman
Así las cosas las miradas se centran en Avigdor Lieberman, el líder de la extrema derecha, que con quince escaños ha sido el primer 'cortejado' por ambos contendientes.
La primera en verle ha sido Livni, que le ha ofrecido un estilo reformas electorales y un estilo de gobernar más presidencialista, en la línea de lo que había demandado Lieberman en la campaña electoral. Además, podría haberle ofrecido el cargo de ministro de finanzas.
"El pueblo ha decidido y ha establecido quién quiere ver como primer ministro", ha dicho Livni a Lieberman terminar su reunión.
"Ésta es una oportunidad para la unidad que puede promocionar temas que también son importantes para tí", ha añadido.
Más tarde, Lierberman se ha reunido con Netanyahu, con el que teóricamente tiene más proximidad política. Éste anteriormente se había reunido con el partido ultraortodoxo Shas, que logró once asientos.
En realidad, la mayoría de los analistas coinciden en que es el líder del Likud el que tiene más posibilidades, sobre todo teniendo en cuenta que aún queda por contabilizar los votos de los militares, tradicionalmente cercanos al partido derechista.
"Livni sólo tiene una ligera oportunidad, o ninguna, de formar un gobierno liderado por ella", ha subrayado Avraham Diskin, politólogo de la Universidad Hebrea de Jerusalén.
No molestar a Estados Unidos
A esto se le añade que el líder laborista, Ehud Barak, ha anunciado su intención de pasar a la oposición tras el pésimo resultado obtenido, tras el que su partido ha pasado a ser la cuarta fuerza política.
Sin embargo, a Netanyahu tampoco le conviene hacer un gabinete demasiado derechista, sobre todo teniendo en cuenta que podría estar bajo intensa presión de la administración Obama para avanzar en una negociación con los palestinos orientada a la división en dos estados que ni el derechista ni Lieberman apoyan.