El nuevo presidente de la Xunta ofrece un pacto a PSdeG y BNG porque "Galicia no es el PP"

Alberto Núñez Feijóo (Os Peares, 47 años) ha sido elegido séptimo presidente de la Xunta en la Sesión de Investidura celebrada en el  Parlamento de Galicia, un resultado asegurado gracias al apoyo de su partido, que tiene la mayoría absoluta en la Cámara.

No obstante, hasta su toma de posesión el próximo sábado, Feijóo tendrá la consideración de presidente electo.  La investidura del líder 'popular' supone la vuelta a la Xunta del PPdeG tras el paréntesis de casi cuatro años del bipartito PSdeG y BNG.

El popular Feijóo es el quinto presidente de la historia de la autonomía con los 38 votos de su grupo, que conforman la mayoría absoluta de la Cámara autonómica. Los 24 del PSOE, al que faltó un parlamentario por enfermedad, y los 12 del BNG dieron un no a la investidura del candidato popular.

El nuevo presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha aprovechado su discurso de investidura para tender la mano a PSdeG y BNG, a quienes ha ofrecido un pacto "sin fecha de caducidad" para trabajar "juntos" y superar la crisis económica.

 

"Galicia no es el PP", ha sentenciado el líder popular antes de reconocer que la autonomía constituye "un mosaico de gentes que votan a un conjunto de partidos" y, con más razón en un momento de crisis económica, ha considerado que "las mayorías mecánicas no abundan" para trabajar por el bienestar de la comunidad.

En medio de la ovación de los diputados 'populares' y de los invitados al hemiciclo, el presidente saliente de la  Xunta, el socialista Emilio Pérez Touriño, se ha levantado de su escaño para dirigirse a felicitar, con un apretón de manos, al nuevo presidente de Galicia. 

Seis pactos principales

El líder del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, ha ofrecido seis pactos principales a los grupos de la oposición para llegar a acuerdos durante la legislatura con el objetivo de "lograr una Galicia mejor".

En respuesta a la réplica de los portavoces de la oposición, Núñez Feijóo ha ofrecido a PSdeG y BNG pactos sobre la economía, la reforma de la Administración, la financiación autonómica, la educación, con especial atención a la lengua, la reforma de los medios públicos y la reforma del Estatuto.

El candidato del PPdeG a la Presidencia de la Xunta ha recordado que en los dos días que ha durado el debate de investidura ha pronunciado en de forma "constante y reiterada" las palabras "diálogo, pacto y acuerdo", ya que ese es el espíritu que pretende que impere en la legislatura.

Núñez Feijóo ha apelado a estos pactos "para mejorar la situación, sin dogmatismos ni imposiciones", según ha dicho.

Feijóo ha hecho hincapié en que "Galicia será lo que queramos que sea", y ha recordado a la oposición que el deber de los políticos se resume en ser "útiles" al interés general.

Asimismo, ha reiterado su intención de dirigir un Gobierno "unido" para "todos" que vaya siempre "con la verdad por delante". "Vamos a intentarlo porque ese es nuestro compromiso", concluyó.

"Dos lenguas, como dos piernas"

En su llamamiento al diálogo, confirió un importante papel a la cuestión lingüística, donde abogó por "conjugar libertad y normalización", dos conceptos que, a su juicio, no son "excluyentes".

"Necesitamos las dos lenguas como necesitamos los dos brazos y las dos piernas", proclamó antes de señalar que la lengua es un vehículo de comunicación sin dueño. "La lengua es de todos, nunca de las minorías y, en todo caso, de las mayorías", advirtió al BNG.

En su intervención, y aunque lo consideró un tema de importancia "menor", Feijóo aprovechó para responder a la oposición que puso en duda su ideología "por desconocida".

Cargó especialmente contra Fernández Leiceaga, que pasó por las filas nacionalistas antes de militar en el PSOE. "Creo que mi ideología está clara, siempre estuve en el mismo partido, creo que usted no", recriminó.

Más allá, dijo sentirse "orgulloso" tanto de su militancia en el PPdeG como de los dirigentes populares que lo antecedieron en la Presidencia de la Xunta, empezando por Gerardo Fernández Albor y, por supuesto, de su padrino 'político' Manuel Fraga.