Admitida a trámite la querella de los doctores Montes y López contra Lamela por denuncia falsa
- El ex consejero de Sanidad les denunció por supuestas sedaciones irregulares
- Los doctores han extendido su querella a seis médicos del comité de expertos
- La Comunidad de Madrid niega que fuera una denuncia falsa
Un juzgado de Madrid ha admitido a trámite la querella que los doctores Luis Montes y Miguel Ángel López Varas interpusieron contra el ex consejero de Sanidad madrileño Manuel Lamela, que denunció a los citados médicos por supuestas sedaciones irregulares en el hospital Severo Ochoa de Leganés.
En la querella también están incluidos seis de los médicos que formaron parte del comité de expertos creado por Lamela, que emitió un informe en mayo de 2005 acusando a Montes y a su equipo de sedaciones irregulares de enfermos terminales en las urgencias del Severo Ochoa, un caso que finalmente fue archivado por los tribunales.
En la providencia del Juzgado de Instrucción número 43 de Madrid, fechada el 14 de abril, la juez María del Coro Cillán cita a declarar a los querellados, entre ellos Manuel Lamela, el próximo 9 de junio, aunque no en calidad de imputados, sino para que se pronuncien sobre la tramitación de esta querella, según precisaron fuentes jurídicas.
Además de Lamela, los querellados acusados en la denuncia de supuestos delitos de falsedad son Isidro Álvarez, Bartolomé Bonet, Hernán Cortés-Funes, Dolores Crespo, Manuel González y Francisco López.
Extensiva a miembros del comité de expertos
Estos seis médicos formaron parte del comité de expertos creado por Lamela, que emitió un informe el 24 de mayo de 2005 para esclarecer una denuncia anónima en la que se imputaba a Montes y a un grupo de médicos que trabajaban con él de sedaciones a pacientes terminales, según el escrito anónimo, "en dosis capaces de producir la muerte de una persona sana y joven".
Cuando ocurrieron los hechos Montes era el coordinador del Servicio de Urgencias del hospital, y López Varas trabajaba como médico internista en el mismo servicio, hasta que el primero fue destituido y el segundo se vio obligado a dejar su trabajo en ese centro por las "presiones insoportables a que estaba siendo sometido".
Los hechos objeto de la denuncia anónima habían sido conocidos, investigados e inspeccionados por la Consejería de Sanidad, que había concluido la inexistencia de tipificación disciplinaria. La denuncia anónima, según la querella, fue aprovechada y utilizada como excusa por Lamela para iniciar una investigación de todas las historias clínicas de pacientes fallecidos en el Servicio de Urgencias del Severo Ochoa desde octubre de 2003 a marzo de 2005.
En enero de 2008, la Audiencia Provincial ratificó en un auto el sobreseimiento y el archivo del caso del Severo Ochoa de Leganés y suprimió además toda referencia a una posible mala práctica de los médicos denunciados, lo que puso un punto y aparte a un debate político, público y profesional que duró más de mil días.
La Comunidad niega la denuncia falsa
Por su parte, la Consejería de Sanidad se ampara en el fallo judicial del 'caso Leganés' para asegurar que no hubo una denuncia falsa del ex consejero Manuel Lamela. Según fuentes del área, el propio auto hablaba de "posible 'mala praxis' al no haberse podido determinar una relación causa-efecto entre las sedaciones irregulares y la muerte de los enfermos por la ausencia de autopsia de los fallecidos".
Las mismas fuentes han añadido que Sanidad recalca que "lo único que hizo al recibir dos denuncias anónimas sobre sedaciones irregulares en el hospital Severo Ocho de Leganés fue remitirla, como no podía ser de otra manera, a la Fiscalía, lo mismo que hizo entonces la ministra de Sanidad, Elena Salgado, a la cual no se la criticó por ello".
En opinión del Gobierno autonómico, el deber de cualquier responsable político ante la sospecha de irregularidades es actuar como lo hizo entonces la Consejería de Sanidad.