El presidente de la CECA pide un plan de contingencia para el sector financiero
- Quintás valora como "enormemente peligroso" que no haya un plan de contingencia
- La CECA considera remoto el riesgo para el sector financiero español
- Propone dar avales a las participaciones preferentes sin coste para el erario público
El presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, considera que el Gobierno tiene "la obligación" de adoptar un plan de contingencia para el sector financiero, aunque no lo haga público, porque existe un "riesgo catastrófico", si bien matizó que es remoto.
Quintás sostiene que "sería enormemente peligroso que el Gobierno español no hiciera planes de contingencia".
El presidente de la patronal de las cajas de ahorros, en un encuentro sobre el sector financiero organizado por ABC y Deloitte, es partidario de que el Ejecutivo articule medidas para reforzar la solvencia de las entidades financieras que lo necesiten, a través, por ejemplo, de los avales a las participaciones preferentes.
No obstante, Quintás aboga por que el Gobierno no haga público dicho plan para evitar que los medios de comunicación magnifiquen el riesgo que precisamente se pretende atajar. "No deberían contarlo antes, porque los medios de comunicación convierten un riesgo remoto en una posibilidad razonable" alega.
Avalar las participaciones preferentes
Quintás argumenta que es "absurdo" intervenir una entidad financiera simplemente porque sus niveles de capital se aproximen al 8% cuando el Ejecutivo podría reforzar su solvencia a través de avales sin ningún coste para el erario público. Según Quintás, en estos momentos el Gobierno tiene la obligacion de "lubrificar" a las entidades financieras del país.
El presidente de la CECA vaticina que "habrá entidades que lo pasen mal" y solicita medidas complementarias a la utilización del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) en caso de que haga falta, con iniciativas de gestión de cara al saneamiento y a la adopción de medidas preventivas.
Quintás reconoce que la burbuja inmobiliaria y la exposición a Latinoamérica, región que previsiblemente no logrará escapar a la recesión mundial, hacen pensar que el sistema financiero español se enfrenta a una "morosidad que puede ser importante", junto a una depreciación de activos significativa y un relevante descenso de ingresos.
Además, a su parecer, la salida de la crisis en España "va a ser más lenta que en los países de nuestro entorno", aunque el sistema financiero español es "sano" y ha superado el primer embate de la crisis financiera sin que el Estado inyecte capital público en las entidades, situación que se ha registrado en gran medida en países como Reino Unido o Estados Unidos.