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El FMI asegura que la crisis no terminará hasta que se limpien los bancos

  • La crisis económica está lejos de haber acabado, asegura Strauss-Kahn
  • Hasta que no vuelva a fluir el crédito, la recuperación es imposible
  • Entretanto puede haber buenas noticias, pero serán transitorias
  • Los países han hechos sus deberes en el estímulo fiscal pero no en la limpieza
  • Si se cumplen las dos condiciones, la recuperación llegará en el primer semestre de 2010
  • El FMI se ha liberado de parte de su "estigma"

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"La crisis está lejos de haber acabado" es el mensaje y la advertencia que quiere transmitir el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn. Y la "recuperación no será posible hasta que se haga la limpieza del sistema financiero", es la receta inevitable que hay que aplicar.

La queja tiene fundamento. Strauss-Kahn lamenta que, hoy por hoy, los gobiernos no hayan extraído los activos tóxicos ni limpiado los balances de los bancos. Comprende que no es una tarea fácil. Admite que "se ha hecho mucho y se ha hablado más todavía".

Pero insiste en las lecciones que dan las pasadas crisis bancarias: "todo el mundo debe tener presente que mientras que el crédito no vuelva a fluir, mientras que el sistema financiero no se descongele, la recuperación, la recuperación real, no es posible". Entretanto, "puede haber buenas noticias de vez en cuando, pero serán transitorias". Otro aviso a navegantes optimistas.

La buena noticia es que la otra condición necesaria para salir del túnel está cumplida. Los gobiernos han inyectado el 2% de su PIB en la economía a través de planes de estímulo fiscal. Si consiguen sanear las cuentas del sistema financiero, y sólo entonces, se cumplirán las previsiones del Fondo: recuperación en el primer semestre del 2010.

Un FMI 2.0 se libera del estigma

Strauss-Kahn cree que "el FMI se ha librado de parte del estigma" que pesaba sobre la institución desde su papel en las crisis de los años 90. Se le culpaba de hundir en la miseria y sin piedad a las poblaciones de los países que rescataba. El problema estaba en las condiciones que imponía para facilitar los préstamos. Muchas de ellas no tenían nada que ver con la solución del problema y se debían a la ortodoxia neoliberal: privatización, liberalización y austeridad fiscal.

Sin embargo, ahora, Strauss-Kahn destaca la reacción de la poblaciones de México, Brasil y Colombia a los últimos préstamos concedidos. Han sido bien acogidos. Las condiciones impuestas se limitan a resolver el núcleo del problema. Sin añadidos ideológicos.

Con todo, el director es consciente de que queda mucho por hacer. Esfuerzos para hacer efectiva su supervisión global y conseguir que la institución pueda lanzar alertas tempranas. Con tiempo suficiente para evitar que se repitan una crisis como la actual.