La Asamblea de Madrid presentará una demanda judicial por alteración del orden público e injurias
- Lo ha decidido la Junta de Portavoces tras una reunión extraordinaria
- Los trabajadores de Iveco, BP Solar y Arcelor rompieron el cordón de seguridad
- Se soliviantaron al ver a Aguirre recoger sus cosas para abandonar el escaño
La Presidencia de la Asamblea de Madrid llevará a los tribunales los altercados sucedidos el jueves en el parlamento regional presentando una demanda judicial por perturbación del orden público e injurias a las instituciones.
Así lo ha confirmado la representante de IU, Inés Sabánes, la primera en comparecer tras la Junta extraordinaria de portavoces, que se prolongó más de una hora y media.
La Junta de Portavoces se ha reunido de manera extraordinaria, a petición del Grupo Popular, para abordar los hechos acaecidos durante el desarrollo del Pleno a raíz de una concentración de trabajadores de Iveco Pegaso, BP Solar y ArcelorMittal, empresas sobre las que pesa la amenaza de un ERE, que finalizó con lanzamientos de tuercas y petardos a las puertas de la Cámara.
Un millar de trabajadores se concentraron ante el parlamento regional para reclamar al Gobierno de Esperanza Aguirre que muestre su oposición a los expedientes de regulación.
Trabajadores expulsados
Los trabajadores presentes en la tribuna de invitados del hemiciclo fueron expulsados y también el socialista José Quintana, que fue obligado a abandonar su escaño tras dos llamadas de atención por mostrar su descontento con la actitud mostrada por el ejecutivo regional hacia los trabajadores. Esto provocó la salida en masa de todos los diputados de la oposición.
Los altercados se produjeron durante una pregunta al consejero de Economía, Antonio Beteta, sobre la industria en la región. En ese momento, los trabajadores de las empresas afectadas, que se encontraban en la tribuna vieron cómo la presidenta regional recogía sus cosas para abandonar su escaño, una actitud que interpretaron como una falta de interés por su futuro.
En el momento en que salieron los diputados, los trabajadores cruzaron la calle sobrepasando el lugar autorizado para la concentración, momento en el que, por precaución, los servicios de seguridad de la Cámara cerraron las puertas de la Asamblea después de que la Policía bloqueara la entrada.