Zapatero y Rajoy se enfrentan en el debate sobre el estado de la Nacion con la mirada puesta en el 7-J

Zapatero no afronta el debate sobre el estado de la Nación, que comienza este martes, en el momento más dulce de su Gobierno. La crisis económica y las escalofriantes cifras del paro ahogan al Ejecutivo, que se topa además con una soledad parlamentaria que le hace más difícil salir a flote.

Eso sí, a pesar de la coyuntura adversa en la que se encuentra el Gobierno, tampoco está en su momento más amargo, a juzgar por la última encuesta del CIS, que sitúa al PSOE por delante del PP en ocho décimas en intención de voto de cara unas hipotéticas elecciones generales.

La fecha de las elecciones europeas, el próximo 7 de junio, estará en la mente tanto de Zapatero como de Rajoy en este debate. Nunca antes unas elecciones europeas habían estado tan marcadas por la política nacional. 

Muchos hablan de primarias, de toma de pulso de los votantes de cara a unos comicios generales y ambos partidos saben que cuando algunos ciudadanos depositen su voto lo harán castigando o premiando la política contra la crisis de Zapatero.

Los partidos también saben que es muy diferente el estado de la Nación que los grupos parlamentarios plantean en el Congreso de los Diputados y el que plantean los ciudadanos en la calle y esta vez la sociedad se pronunciará muy pronto en las urnas. De ahí, la relevancia de esta cita parlamentaria.

Un golpe de efecto tras el golpe de la crisis

Es tal la virulencia de la crisis económica y financiera que este asunto eclipsará cualquier otro durante el debate, que se alargará hasta el miércoles. Zapatero se afanará en defender sus medidas y 'vender' los primeros resultados positivos de los planes puestos en marcha en el marco del Plan E.

Rajoy, por el contrario, se empleará a fondo en echar por tierra la política económica del Ejecutivo socialista y hará enfásis en la incapacidad que atribuye a Zapatero para frenar la caída de la economía y el aumento del paro.

La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ya ha dicho que el presidente aprovechará el repaso a la actualidad política, social y económica de España para anunciar alguna nueva medida. Este lunes, la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, ha explicado en rueda de prensa, que Zapatero ofrecerá un "catálogo de soluciones" para la crisis frente al "catálogo de catástrofes" que el PSOE espera que plantee Rajoy.

El objetivo es dar un nuevo golpe de efecto para frenar otro duro golpe: el de las cifras económicas. Zapatero se sacará algún as de la manga con el fin de demostrar que el suyo es un Gobierno con ideas para salir de la crítica coyuntura económica.

De hecho, ese fue el mensaje que quiso lanzar con su reciente remodelación de Gobierno, donde quiso dar más peso político con nombres como Manuel Chaves, José Blanco o Trinidad Jiménez a un gabinete reforzado también con nuevas caras como Ángel Gabilondo o Ángeles Gonzélez Sinde.

Tanto Zapatero como Rajoy saben que tras horas de largo y, en ocasiones, tedioso debate, a veces, algunos simples gestos o mensajes harán que uno y otro lo gane. Aunque, sobre el ganador,como siempre, habrá opiniones para todos los gustos.

Zapatero contra Rajoy y el resto

El presidente ya ha reconocido que su Gobierno tiene más dificultades para alcanzar acuerdos parlamentarios tras las elecciones autonómicas vascas y gallegas. El histórico triunfo de Patxi López en el País Vasco tras el apoyo del PP de Antonio Basagoiti ha hecho que el PNV retire el apoyo al PSOE en la Cámara Baja.

Tras las elecciones vascas, el portavoz parlamentario de los nacionalistas, Josu Erkoreka, ha mantenido algunos de los enfrentamientos más duros y agrios a los que ha tenido que hacer frente Zapatero. El BNG, el otro grupo parlamentario que ayudó al Gobierno a sacar los presupuestos adelante, ha abandonado su idilio con el PSOE gallego tras el aplastante triunfo de Alberto Núñez Feijóo en Galicia.

El enrocado asunto de la negociación de la financiación autonómica hace además que los grupos catalantes, CiU y ERC, se muestren reticentes a bailarle el agua a Zapatero, por lo que la soledad parlamentaria del PSOE se ha evidenciado en los últimos meses más que nunca.

Ante esta situación, los partidos saben de la importancia de este debate sobre el estado de la Nación en el que PP y PSOE se juegan mucho de cara a su futuro electoral.