Los asilos políticos en Perú provocan malestar en la región
- Bolivia acusa a Perú de provocación al referirse a la concesión de asilo
- Perú ha afirmado que "nadie puede decirle a ningún país a quién debe o no asilar"
- El viernes, Perú concedió el asilo al ex ministro boliviano Jorge Torres Obleas
- También se lo otorgó al venezolano Manuel Rosales, alcalde de Maracaibo.
La reciente concesión de asilo por Perú a destacados opositores de Venezuela y Bolivia ha sentado mal en los gobiernos de Caracas y La Paz, y está enrareciendo las relaciones ya de por sí complicadas entre los tres países sudamericanos.
"Antes, los delincuentes se escapaban a Estados Unidos cuando George Bush estaba de presidente, ahora los delincuentes se escapan al Perú, porque el presidente peruano protege a estos delincuentes", dijo el jefe de Estado boliviano, Evo Morales.
Lo "que está haciendo Alan García es una abierta provocación al pueblo boliviano y al Gobierno Nacional", añadió Morales al referirse a la concesión de asilo, el pasado viernes, por el Gobierno peruano al ex ministro boliviano Jorge Torres Obleas.
Varios políticos en el asilo
Torres Obleas, el ex presidente boliviano Gonzalo Sánchez de Lozada y varios miembros de su segundo Gobierno están acusados por su supuesta responsabilidad en las 60 muertes causadas por la represión militar de octubre de 2003 en Bolivia.
El pasado 27 de abril, otro destacado opositor de un país de la región, en este caso el venezolano Manuel Rosales, alcalde de Maracaibo y líder del partido Un Nuevo Tiempo, recibió el visto bueno de la Cancillería peruana que le otorgó el asilo por razones humanitarias.
Al día siguiente, la Cancillería venezolana ordenó el retorno inmediato para consultas a Caracas de su embajador en Perú y anunció una "evaluación integral" de sus relaciones con Lima, decisiones que el Gobierno peruano ha tratado de minimizar al asegurar que responden a los usos diplomáticos habituales.
El presidente de Perú, Alan García, que es quien ha tenido la última palabra en la concesión de asilos, ha sido muy cauto y ha intentado templar los ánimos en el caso de Venezuela, mientras que en el de Bolivia aún no se ha pronunciado.
Sin embargo, el vicepresidente peruano, Luis Giampietri, sí salió al paso de las primeras críticas de Evo Morales al afirmar a Radio Programas del Perú que "es una interferencia inaceptable en la política interna de un país; nadie puede decirle a ningún país a quién debe o no debe asilar".
Salvo contadas excepciones, políticos y periodistas peruanos han aplaudido las decisiones de su gobierno de otorgar el asilo, aludiendo a la larga tradición peruana de acoger a opositores de distintos países latinoamericanos y como gratitud por la acogida de políticos peruanos en otros países en tiempos de tribulaciones.