La venta de la 'píldora del día después' en farmacias ha caído un 16% en cinco años

La venta en farmacias de la 'píldora del día después' ha ido cayendo en los últimos años a medida que muchas comunidades autónomas han comenzado a facilitarla en sus centros sanitarios. Las boticas, no obstante, siguen siendo las que más envases de este anticonceptivo de emergencia dispensan.

El año pasado se vendieron en farmacia más de 305.000 tratamientos, un 16,5% menos que en 2004, cuando dispensaron cerca de 365.500, según los datos de IMS (International Medical Stadistics) que maneja el Ministerio de Sanidad.

En el mismo periodo, sin embargo, los envases que han vendido a los hospitales las dos farmaceúticas que comercializan la píldora poscoital en España han aumentado un 80%. El 2008 se vendieron unas 107.000 frente a las 59.000 de cinco años antes.

En cualquier caso, adquirida en farmacia o a través del sistema sanitario, hoy por hoy es necesario tener receta. Dentro de tres meses se podrá comprar por unos 20 euros en cualquier farmacia sin ella, como ha anunciado esta semana la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez.

Sanidad estima que en 2008 se dispensaron alrededor de 500.000 píldoras poscoitales.  Y es que a los más de 412.000 envases contabilizados por IMS en farmacias y hospitales hay que sumar las píldoras que se dispensas a través de centros de planificación y centros de salud de Atención Primaria, según explican fuentes del Ministerio a RTVE.es. En cualquier caso la cifra está lejos de los 100.000 envases de 2001.

Diferencias por comunidades

En estos momentos, la píldora se puede adquirir gratis en Andalucía, Aragón, Asturias, Baleares, Cantabria, Castilla y León, Cataluña, Extremadura, Galicia, Navarra y País Vasco. Según informa Europa Press, Euskadi y el archipiélago balear fueron las últimas comunidades que decidieron financiar este método de emergencia.

En Castilla-La Mancha, Valencia, Murcia, La Rioja, Canarias y la Comunidad de Madrid (excepto en la capital) sólo se puede conseguir en una farmacia previa receta. Son las únicas regiones que de momento no se han decidido a facilitar el acceso o asumir su coste. En la capital madrileña, los centros municipales de salud sí la facilitan con receta. Gallardón ya ha anunciado que seguirán haciéndolo así.

Precisamente, la ministra de Sanidad alegó esta desigualdad territorial para justificar la medida adoptada por el Gobierno para que cualquier mujer pueda acceder a este método anticonceptivo de emergencia independientemente de la comunidad autónoma en la que viva.

El objetivo es disminuir los embarazos no deseados en jóvenes y los abortos en adolestentes. En 2007, se registraron 10.600 embarazos en menores de 18 años. Acabaron en aborto 6.273. De estas interrupciones voluntarias del embarazo, 500 fueron de niñas menores de 15 años.

Anticonceptivo de emergencia

La píldora del día después es un anticonceptivo de emergencia que evita el embarazo si se ha mantenido una relación sexual sin protección o si los métodos anticonceptivos utilizados han fallado. Es el caso, por ejemplo, de cuando se rompe el preservativo.

Lo que se toma es una dosis alta de levonorgestrel (1.500 microgramos), que es su principio activo. Esta hormona actúa de varias formas para evitar la gestación: inhibiendo la ovulación, dificultando la fecundación y evitando la implantación del óvulo en el útero. Si este último paso se ha producido ya el embarazo está en marcha y la píldora poscoital no hace nada.

Por eso es muy importante tomarla cuanto antes y siempre en las 72 horas siguientes a las relaciones sexuales. Lo aconsejable es tomarla en las 12 primeras horas ya que en este caso su eficacia es del 95%. Entre las 24 y 48 horas la eficacia baja al 85%. En ningún caso protege de las enfermedades de transmisión sexual.

En España, el levonorgestrel se comercializa bajo el nombre de Norlevo (Chiesi) y Postinor (Bayer). Ambas marcas venden la píldora en un solo comprimido de 1.500 microgramos. Hasta hace unos años Postinor sólo vendía un envase con dos pastillas de 750 microgramos cada una.

Efectos secundarios

Son muy frecuentes (se dan en más de una mujer de cada diez) el sangrado no relacionado con la menstruación, el dolor en la zona inferior del abdomen, las nauseas y fatiga. Son frecuentes (más de una mujer de cada cien) retrasos de la menstruación más de siete días, hemorragias irregulares y sangrado, mareos, dolor de cabeza, vómitos y mayor sensibilidad de las mamas.