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Una cadena de favores gigante contra la crisis

  • 'Yo te saco de la crisis' reúne a voluntarios comprometidos a ayudarse mutuamente
  • Todo comenzó cuando el dueño de un bar decidió ayudar a su vecino en apuros económicos
  • Desde entonces, 40.000 personas se han implicado en la cadena de favores

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Yo te saco de la crisis
'Yo te saco de la crisis' ha levantado una cadena de favores entre voluntarios que se ayudan para hacer frente común contra la crisis económica. Hasta el momento, hay 40.000 personas inscritas.

Más de 40.000 personas se han sumado ya a la iniciativa 'yotesacodelacrisis.com' iniciada por David González, un comerciante de 38 años que puso en marcha a finales del mes de marzo una particular cadena de favores en la que los implicados se comprometen voluntariamente a hacer algún bien al prójimo, por pequeño que sea, que le ayude a superar la crisis económica.

Según ha explicado en una entrevista concedida a la agencia Europa Press, la idea surgió tras comprobar que todos los negocios instalados junto a su tienda y a excepción de ésta, se estaban viendo muy perjudicados por la contracción del consumo derivada de la crisis económica.

En aquel momento "por solidaridad o por simple cargo de conciencia", González decidió "dar un primer paso" ayudando a uno de estos pequeños empresarios.

"Le presté dinero y lo rechazó, así que, cada vez que iba a casa de un cliente a decorar, los productos que vendía él, yo también se los vendía. Un día le conseguí un cliente y después vino otro, y luego otro. Mi mujer también contribuyó, dándole a conocer entre sus amigos. Entre todos, levantamos su negocio", explicó.

40.000 personas en la cadena de favores

Tras esta primera experiencia, David González pensó que lo que él había hecho por su vecino de comercio, podría hacerlo el resto de la gente. "Sólo me faltaba un sitio donde aglutinarlo todo", apuntó. Fue entonces cuando nació la página web www.yotesacodelacrisis.com, que se inauguró oficialmente el pasado 25 de marzo y a la que ya se han vinculado más de 40.000 personas.

El mecanismo es sencillo. Cualquier ciudadano puede subir un vídeo a la web o dejar un mensaje escrito en el que explica qué está haciendo o va a hacer para sacar a alguien de la crisis.

No se trata de préstamos de dinero, sino de gestos o acciones que puedan ayudar al prójimo a salir adelante en un momento de apuro o a vivir mejor. La persona que recibe el favor, debe hacer lo mismo con un tercero, que a su vez, hará lo mismo con un cuarto y así, "hasta México".

Un ejemplo es el caso de Pilar, que regenta un hotel de turismo rural en Villarluengo (Teruel) y regala una estancia de fin de semana con pensión completa a madres separadas con hijos que se hayan quedado en el paro y estén pasando un mal momento. Otro de los usuarios, Bernardo, se ofrece gratuitamente a realizar tareas de limpieza en domicilios de personas con discapacidad.

"Nos han llamado hasta de una televisión mexicana, porque están interesados en poner en marcha una iniciativa similar", explicó González, quien confiesa estar sorprendido por la gran acogida que ha tenido esta particular cadena de favores.

De hecho, por recomendación de su socio, puso un reclamo en la página web pensando que sin un gancho la gente, "que es muy egoísta, no querría hacer nada por nadie". La tienda que regenta regalará 6.000 euros en muebles a quien aporte la mejor idea contra la crisis.

Una idea que engancha

Sin embargo, la iniciativa ha comenzado a rodar sola, según González porque "esto engancha: Cuando una persona está mal, la ayudas y la sacas a flote, te sube muchísimo la moral y es adictivo, por eso la gente ha seguido con ello", añadió González, para incidir en que "no hace falta pensar en hacer grandes cosas", porque se pueden realizar pequeñas acciones que hagan mucho bien.

"Mi mujer lleva sus revistas a una señora mayor que no puede pagárselas con la pensión de 400 euros que tiene pero hay muchos más ejemplos", ha señalado.

Así, ha recordado el caso de una joven que se ha pasado al transporte público para poder prestar su coche a la dueña de un negocio de reprografía que carecía de un medio para repartir sus folletos y sus trabajos.

Devolver lo recibido

Otro ejemplo es el de dos niñas que tuvieron que salir del comedor del colegio porque el padre había perdido su trabajo y no podía seguir pagándolo. La madre de una amiga de las niñas se las lleva a todas todos los días a comer a su casa.

Como este, hay hasta 10.000 ejemplos de personas que, como si se tratara de la novela de Catherine Ryan Hyde 'Pay it Forward', devuelven lo recibido a los demás para hacer frente común a la desgracia.

"Nosotros montamos nuestro negocio en plena crisis de los años noventa y nos han ayudado mucho. Estuvimos a punto de dejar el local porque no vendíamos suficiente para mantenerlo y el casero hasta nos ofreció dinero.

Está claro que ni el G-20 ni el G-8, ni Zapatero nos van a sacar rápido de esta crisis, tenemos que hacerlo nosotros", ha asegurado.