Familiares de los desaparecidos brasileños del Air France celebran un acto religioso

• Han celebrado una multitudinaria misa en la Iglesia Nossa Senhora do Carmo de Se
• Al acto religioso, el segundo de la semana, han acudido unos 700 feligreses
• También ha asistido la familia real brasileña que perdió al príncipe Pedro Luis de Orleans

Un hombre carga una bandera de Brasil durante una misa en el centro de Río de Janeiro, en homenaje a las 228 víctimas del accidente del vuelo AF447 de la aerolínea Air France.

Los familiares brasileños de los desaparecidos del avión Airbus A330-200 de la aerolínea francesa Air France, accidentado el pasado lunes, han celebrado este viernes una multitudinaria misa en la Iglesia Nossa Senhora do Carmo de Se, en Río de Janeiro.

El avión, que hacía el vuelo AF447 entre Río de Janeiro y París, desapareció de los radares sobre el Atlántico y desde entonces un manto de misterio cubre el caso. Aparte de que las autoridades no tienen pistas concretas de la causa del accidente, no se han podido retirar del mar ni restos humanos ni materiales del siniestro.

Han acudido 700 personas

El acto religioso, el segundo de la semana y al que han acudido unos 700 feligreses, ha sido oficiado por el arzobispo de Río de Janeiro, monseñor Orani Joao Tempesta y a él ha asistido la familia real brasileña que perdió al príncipe Pedro Luis de Orleans e Bragança, de 26 años y el cuarto en la línea de sucesión en caso de restablecerse la monarquía en Brasil.

La doctora María Elizabeth de Orleans e Braganga, prima del príncipe, ha llegado de África para acompañar a sus familiares. "El hecho de que los pedazos encontrados (de materiales) no sean del avión aumenta las esperanzas de encontrar sobrevivientes, pero todavía continuamos sin noticias y así el dolor no disminuye", ha comentado a los periodistas.

El padre del príncipe, Antonio de Orleans e Bragança, ha subido al púlpito y ha leído un breve mensaje a los feligreses que han asistido a la misa.

Este miércoles, se celebró en Río de Janeiro otro sentido homenaje a las 228 víctimas del accidente en una ceremonia ecuménica celebrada en la Iglesia de la Candelaria, en el centro de la ciudad. A la celebración religiosa acudieron familiares y amigos de las víctimas, además del ministro de Exteriores francés, Bernard Kouchner, y su homólogo brasileño, Celso Amorim.

La búsqueda se complica

La infructuosa búsqueda del avión se ha complicado este viernes por las fuertes lluvias y corrientes marinas en el quinto día de operaciones en medio del océano Atlántico.

Las corrientes marinas, que se cree han esparcido los restos del aparato, han obligado a los responsables de las búsquedas a aumentar el área de las operaciones, que hasta este jueves era de 185.349 kilómetros cuadrados, una superficie un poco mayor que la de Uruguay.

El área de operaciones está próxima a las islas de Sao Pedro y Sao Paulo, formaciones rocosas deshabitadas situadas a unos 704 kilómetros del archipiélago brasileño de Fernando de Noronha y a 1.296 kilómetros de la ciudad de Recife, capital del nororiental estado de Pernambuco y desde donde se dirigen las búsquedas.

Tras admitir que unos objetos que fueron sacados este jueves del mar no eran del  avión siniestrado, como llegaron a informar inicialmente, la Marina y la Fuerza Aérea han adoptado un tono de cautela en sus declaraciones.