El paro se ceba con los jóvenes que no tienen la enseñanza secundaria superior
- Un estudio señala que sufren 18 puntos más de desempleo que los universitarios
- Hace dos años, la distancia era bastante menor, de entre dos y cuatro puntos
- El mayor fracaso educativo podría estar disparando el paro en algunas regiones
La diferencia en la tasa de paro entre los jóvenes que no tienen el título de enseñanza secundaria superior (Bachillerato y Formación Profesional) y los universitarios de entre 20 y 24 años es de 18 puntos, según revela un estudio que publica la revista profesional Magisterio a partir de los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística (INE), correspondientes al primer trimestre de 2009.
De acuerdo con el informe, hace dos años la distancia entre ambos colectivos era mínima, oscilando entre los dos y los cuatro puntos. Con la actual crisis económica las diferencias ha aumentado hasta llegar a los datos del primer cuarto del año.
Además, esta tendencia se extiende a otros grupos de edad, ya que tanto los jóvenes de entre 25 y 29 años como los que tienen entre 30 y 34 años, la diferencia de tasa de desempleo entre universitarios y los que no han obtenido el título de secundaria superior es de 13 puntos.
"Se cumple así lo que muchas veces nos ha avisado la UE: la población que no obtenga el título de Secundaria Superior es considerada como en situación de riesgo social, y que Europa debe obtener unas tasas de abandono temprano por debajo del 10%", afirman los autores del estudio, al tiempo que recuerdan que España rozó el 32% de tasa de abandono en 2008.
Diferencias por regiones
Con respecto a la situación en las distintas comunidades autónomas, el informe destaca que en las regiones con un bajo fracaso escolar el crecimiento del paro se debe a factores estructurales no tan dependientes del nivel de estudios.
Sin embargo, en las comunidades con un mayor fracaso el factor educativo podría estar disparando el paro "más allá de lo esperable". Así, esta situación sería más evidente en Canarias, Andalucía y Extremadura, y presentaría menos incidencia en Baleares, Comunidad Valenciana y Murcia.