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Irán

Mousaví convoca hoy a sus seguidores en la calle y el jueves, en las mezquitas en señal de duelo

  • Los seguidores del candidato perdedor Mousaví vuelven a citarse para esta tarde
  • El jueves se concentrarán en las mezquitas en solidaridad con los fallecidos
  • Ahmadineyad asegura que las elecciones confirman la confianza del pueblo en él
  • La prolongación de las protestas en Teherán recuerda a la Revolución Islámica
  • Los opositores no se conforman con el recuento parcial anunciado por el régimen
  • Así estamos contando minuto a minuto la situación

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Los seguidores del candidato perdedor a la presidencia iraní, Mir Hossein Mousaví, están dispuestos a volver a las calles este miércoles para denunciar el "fraude" electoral, en un intento de forzar la caída del régimen como ocurrió en 1979 con la Revolución Islámica.

A pesar de la promesa de las autoridades de recontar los votos, los opositores preparan otra manifestación por quinto día consecutivo, desde que el viernes se anunciara la victoria por abrumadora mayoría del presidente Mahmud Ahmadinejad. 

Los partidarios del mandatario ultraconservador también se manifestaron este martes en las calles de Teherán, aunque en número más limitado al de los reformistas, según las estimaciones de los periodistas extranjeros, a los que el régimen ha prohibido informar sobre el terreno.

Fuentes de la oposición han explicado a Efe que los seguidores del ex primer ministro Mir Husein Mousaví tienen previsto concentrarse a partir de las 17.00 horas (las 14.30 horas en España peninsular) en la plaza de Haft-e Tir, en el sur de Teherán.

Se prevé que la marcha, al igual que el martes, sea proscrita por las autoridades.

Una llamada para el jueves en las mezquitas

Además de la protesta de este miércoles, Mousaví ha hecho un llamamiento para llevar a cabo manifestaciones pacíficas a las puertas de las mezquitas para mostrar su solidaridad con las personas que han fallecido.

"En los últimos días y como consecuencia de los choques violentos con las personas que protestaban por el resultado de las elecciones, un número de nuestros compatriotas han resultado heridos o martirizados", ha resaltado Mousaví.

Por este motivo, el principal líder de la oposición ha hecho un llamamiento para que la "gente exprese su solidaridad con las familias...yendo juntos a las mezquitas o participando en manifestaciones pacíficas". Él también participará aunque no ha dado detalles ni de dónde ni cómo.

Al menos nueve muertos en las protestas

Mousaví se autoproclamó ganador de los comicios presidenciales del pasado viernes poco después del cierre de los colegios y denunció un fraude masivo en favor de su rival, el actual presidente Mahmud Ahmadineyad, a quien el Ministerio de Interior le concedió el triunfo por mayoría absoluta.

Desde entonces, Irán ha sido escenario de protestas y disturbios entre la oposición y las fuerzas de seguridad -apoyadas por milicianos islámicos o "Basij"- que han causado al menos siete muertos, aunque la enviada especial de TVE, Yolanda Álvarez, habla de al menos otros dos muertos.

El martes, al caer la noche, el grito "Alah-u-Akbar" (Dios es el más grande), adoptado por la oposición, volvió a resonar Teherán.

Durante más de un cuarto de hora, miles de iraníes se asomaron a ventanas, balcones y portales para testimoniar su descontento con una situación que ya unió a las población en los días previos a la revolución de 1979, que acabó con la autocracia del último Sha de Persia, Mohamed Reza Pahleví.

Ahmadineyad afirma que el pueblo le ha mostrado su confianza

Por su parte, el presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, ha afirmado este miércoles que su reelección es la prueba de la confianza del pueblo en su gobierno.

"El resultado de la elección confirma el trabajo de mi gobierno, un trabajo basado en la honorabilidad y el servicio a pueblo", ha afirmado el presidente ultraconservador en una declaración a la agencia Isna, haciendo referencia a su primer mandato (2005-2009).

Obama templa ánimos

Mientras, el presidente de Estados Unidos ha rebajado por segundo día la tensión. Obama ha dicho que "la diferencia en términos políticos entre Ahmadinejad y Moussavi no es tan grande". Sea cual sea el presidente, EE.UU. "va a tratar con un gobierno hostil", ha dicho en una entrevista a la NBC. El lunes reiteró su apuesta por retomar el diálogo directo con Irán, roto desde hace 30 años. 

También ha vuelto a respaldar implícitamente a los manifestantes: "El pueblo no está convencido de la legitimidad de los comicios".

Por esa razón, los manifestantes están dispuestos a desafiar la represión del régimen. Desde el fin de semana han sido detenidos más de 200 opositores y el lunes murieron al menos siete personas en los enfrentamientos con milicianos.

Nuevo desafío

El martes, pretendían volver a marchar por ahí, pero ante la convocatoria de Ahmadineyad en ese lugar, finalmente protestaron ante la sede de la televisión estatal, en el norte de Teherán, que apenas está informando de la revuelta.

Los seguidores de Mousavi, con sus lazos verdes, se despidieron pasándose el mensaje de que este miércoles se volverían a concentrar en la plaza Haft-e Tir, en el centro de la capital.

Unos y otros esperan la decisión del Consejo de los Guardianes de la Revolución, que el martes anunció el recuento de los votos ante las denuncias de fraude, aunque descartó la anulación de las elecciones.

Este órgano está formado por 12 hombres nombrados directa o indirectamente por el guía supremo, el ayatolá Ali Jamenei, que en campaña apoyó a Ahmadinejad.

Si se mantienen las protestas, especialmente si son tan masivas como la del lunes, el régimen se enfrentará a un desafío que muchos comparan con el de la Revolución Islámica que instauró la teocracia. Entre ellos el hijo del último sah (monarca) de Persia al que apoyaba EE.UU. y que fue despuesto en 1979 tras meses de manifestaciones.