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El Congreso aprueba una nueva ley de asilo que protege a mujeres, niños y gays

  • La nueva norma deja fuera a los ciudadanos de la Unión Europea
  • Las ONG critican que las garantías jurídicas no son iguales en los 27
  • Acnur supervisará todas las étapas del proceso de petición de asilo

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Una fila de refugiados de UNHCR
Una fila de refugiados de Acnur en el valle de Swat esperan su ración de té.

El Congreso ha aprobado una nueva ley de asilo que establece un proceso más garantista y refuerza la protección de mujeres, niños, discapacitados y homosexuales, pero deja fuera a los ciudadanos de la Unión Europa.

  

El texto de la nueva ley reguladora del derecho de asilo y de la protección subsidiaria, que ha sido pactado por PSOE, PP y CiU, recupera la posibilidad de pedir asilo en embajadas y consulados, y garantiza la presencia de Acnur en todas las etapas del proceso de solicitud.

  

Todos los grupos destacan que la nueva norma mejora las garantías y el procedimiento, acorta los plazos de concesión del asilo, garantiza la confidencialidad del todo el proceso e incorpora las cuestiones de género e identidad y orientación sexual como motivos para solicitar asilo.

  

Además, desaparece el procedimiento abreviado y se detalla un procedimiento "de urgencia" que cuenta "con las mismas garantías" que el ordinario, incluida la posibilidad de que Acnur presente un segundo informe en los casos en que se deniegue la petición.

  

No obstante, ERC, IU-ICV y las organizaciones no gubernamentales que trabajan en defensa de los refugiados han cuestionado que se niegue el derecho de los ciudadanos comunitarios a pedir asilo, "como si en la UE fuera inconcebible que haya personas perseguidas por su raza o su orientación sexual", ha subrayado el diputado de ERC Joan Tardá.

Los 27 no ofrecen las mismas garantías

  

También el PNV critica este punto por considerar que los ordenamientos jurídicos de los 27 no son igual de garantistas ni defienden con igual celo los derechos de los ciudadanos, ha argumentado Emilio Olabarría.

  

Por su parte, los portavoces de PSOE, PP y CiU -Juan Moscoso, Gonzalo Robles y Mercé Pigem- han subrayado mejoras introducidas en el texto como la posibilidad de un re-examen de las solicitudes denegadas, el procedimiento de urgencia o el permiso de trabajo y reagrupación familiar.

 

La Comisión Española de Ayuda al refugiado (CEAR) y Amnistía Internacional (AI) no se han dado por satisfechas, como demuestra una carta que han enviado a todos los grupos pidiéndoles que no desaprovechen la "oportunidad de mostrar su compromiso real y efectivo con el derecho de asilo, en particular, y con sus obligaciones internacionales en materia de Derechos Humanos".

  

Estas organizaciones han criticado que la nueva ley "convierta el asilo en una víctima de las políticas comunitarias obsesionadas con el cierre de fronteras". Lamentan la exclusión del derecho de asilo de los comunitarios, el aumento de las causas de exclusión con "fórmulas jurídicamente imprecisas" y la ampliación de plazos de detención en la frontera.

  

Tras la defensa de los portavoces, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha agradecido a todos su "buen trabajo" y ha reconocido que el texto reformado "es mejor que el texto que propuso el Gobierno y nos sentimos satisfechos".