Los bomberos logran frenar el incendio en Tarragona aunque no lo dan por controlado

Los Bomberos de la Generalitat han encontrado en el tiempo un aliado en las últimas horas en su lucha por apagar el incendio de Horta de Sant Joan, del que ya no queda ningún frente activo, gracias a la ausencia de viento.

Sin embargo, aún no se ha declarado estabilizado ni controlado ante las altas temperaturas y por los vientos cambiantes, que podrían hacer renacer al fuego, que ha arrasado 1.140 hectáreas y que el martes atrapó mortalmente a cuatro bomberos.

Un total de 84 dotaciones de los Bomberos trabajaron durante la noche para delimitar y estabilizar el perímetro del incendio, que este jueves ha contado con el apoyo de 15 medios aéreos -un  helicóptero de mando, ocho bombarderos, cinco aviones de vigilancia y  ataque y un hidroavión-.

Los Bomberos de la Generalitat de Cataluña concentraron durante la noche todos sus dotaciones terrestres en evitar que el fuego salte la carretera T-330  -cortada entre los kilómetros 19 y 23- y se extienda por una zona de barrancos en dirección al municipio de Prat de Comte, que en principio no corre peligro. 

Investigación abierta

El juzgado de primera instancia e instrucción único de Gandesa (Tarragona) ha abierto diligencias previas para investigar las circunstancias de la muerte de los cuatro bomberos, a la espera de las correspondientes autopsias.

Este jueves serán enterrados tres de los cuatro bomberos fallecidos. El tercero recibirá sepultura el viernes.

El conseller Saura, acompañado del de Medio Ambiente, Francesc  Baltasar, ha apoyado las declaraciones de esta mañana de su secretario  general, Joan Boada, asegurando que el martes no hubo relajación entre los bomberos, cuya demostración es que murieron efectivos de la unidad de  élite del Cuerpo en primera línea de fuego. 

Por ello, también dijo que "menos mal" que no se autorizó a la  población civil a colaborar en la extinción del incendio. 

Los dos bomberos heridos siguen graves

Según informó la Generalitat, uno de los dos bomberos heridos este martes en los trabajos de extinción del incendio ha sufrido un fallo multiorgánico en la Unidad de Quemados del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona. 

El bombero, de 31 años, sufre además quemaduras de segundo y tercer grado en el 50% del cuerpo y una lesión pulmonar debida a la inhalación de humo. El otro hombre, de 36 años, se encuentra en estado muy grave, con quemaduras de segundo y tercer grado en el 75% del cuerpo y lesiones pulmonares.