Muere el quinto bombero herido en el incendio de Tarragona
- Pau Costa, de 31 años, ha fallecido en el hospital de Vall d'Hebron de Barcelona
- Ha entrado en fallo multiorgánico
- El segundo de los heridos continúa en estado muy grave, con 75% del cuerpo quemado
- Un rayo fue el causante del incendio que empezó el pasado lunes
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Uno de los dos bomberos que resultó herido grave en el incendio de Els Ports, en Horta de Sant Joan (Tarragona), ha fallecido a las 14.15 horas en la Vall d'Hebron de Barcelona después de cuatro días en estado crítico, según ha confirmado un portavoz del centro.
Pau Costa fue ingresado en la Unidad de Quemados del hospital barcelonés el pasado día 21 con heridas de gravedad, ya que tenía quemaduras de segundo y tercer grado en la cabeza, tronco y extremidades que afectaban al 50% de su cuerpo.
El fallecido, de 31 años, tenía una lesión pulmonar por inhalación de humo y sufrió un fallo renal, que empeoró el miércoles por la tarde, cuando entró en fallo multiorgánico.
Costa pertenecía al Grupo de Actuaciones Forestales (GRAF), un grupo de élite de los bomberos catalanes que ataja el fuego desde primera línea haciendo cortafuegos y utilizando fuegos controlados para evitar el avance de las llamas.
Un herido muy grave y cinco muertos a causa del incendio
En el hospital del Vall d'Hebron permanece hospitalizado en estado muy grave Josep Pallàs, el otro bombero herido en el incendio de Horta de Sant Joan, con quemaduras en el 75% de su cuerpo.
En total, a consecuencia de este incendio han muerto un total de cinco bomberos.
Cuatro de ellos murieron durante las tareas de extinción del incendio, activo desde el pasado lunes y en fase de control desde este viernes tras calcinar 1.140 hectáreas, 400 de las cuales pertenecientes al parque natural de Els Ports de Beseit.
Según ha informado este viernes el conseller de Medio Ambiente de Cataluña, Francesc Baltasar, el fuego fue causado por un rayo, que provocó un pequeño incendio en la hojarasca seca y aguardó en forma de brasas hasta que el viento empezó a soplar con fuerza, causando el mortal incendio.