La economía española cae un 4% de abril a junio según el Banco de España
- La caída intertrimestral del PIB ha sido más contenida, del 0,9%
- La demanda nacional ha caído un 6% en el segundo trimestre
- La tasa de ahorro de los hogares está en el 14.1% de la renta disponible
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La economía española cayó el 4% en el segundo trimestre del año respecto al mismo periodo de 2008, pero en comparación con el primer trimestre el ritmo de caída "fue más contenido", con un descenso del 0,9%, según cálculos del Banco de España.
Si se confirman estos datos, se trataría de la cuarta caída del Producto Interior Bruto (PIB) en tasa intertrimestral, después de hacerlo el 0,2% en el tercer trimestre de 2008, el 1% en el cuarto y el 1,9% en el primero de este año, y del tercer descenso en tasa interanual tras el 0,7% y el 3% de los dos trimestres anteriores.
Para el organismo supervisor, aunque persiste la tendencia a la baja de la economía, el ritmo de caída es más "contenido" y, en concreto, apunta a una cierta ralentización del descenso de la actividad y del ajuste del mercado laboral.
La economía española se sigue contrayendo por la caída de la demanda nacional -tanto del consumo como de la inversión-, que según el supervisor habría descendido el 6% en el segundo trimestre.
El sector exterior ha aumentado ligeramente su contribución al PIB, hasta 2,4 puntos, debido al descenso de las exportaciones -por la debilidad del comercio mundial- y de las importaciones -en consonancia con la caída de consumo y de la inversión-.
Cae el consumo
El consumo los hogares sigue cayendo debido, principalmente, al "notable" deterioro del empleo, que se redujo el 6,8% en el último año mermando las rentas salariales de las familias. No obstante, el deterioro del mercado laboral se va ralentizando con caídas cada vez menos pronunciadas.
La pérdida de ingresos por el trabajo se vió compensada por los menores pagos de impuestos y las mayores prestaciones sociales recibidas, así como por la recuperación de los índices bursátiles que incrementaron la riqueza financiera.
El organismo supervisor espera que suba la tasa de ahorro, después de haber aumentado el primer trimestre hasta el 14,1% de la renta disponible.
Frente al retroceso de la demanda interna privada, las Administraciones Públicas han incrementado de forma notable el gasto hasta junio, mientras la recaudación tributaria sigue cayendo, lo que llevó de nuevo al Gobierno a elevar el déficit público hasta el 3,6% del PIB.
Rigor presupuestario
Al respecto, el Banco de España advierte al Ejecutivo de que volver a la senda de la estabilidad presupuestaria a medio plazo exige "una ejecución presupuestaria muy estricta y la adopción de medidas ambiciosas".
Asimismo, considera importante que las administraciones, y en particular las comunidades autónomas, contribuyan "activamente" a la recuperación.
La inversión en bienes de equipo intensificó su retroceso en el segundo trimestre, mientras la inversión en construcción moderó su ritmo de caída a pesar de mantener tasas muy negativas.
También la actividad de los distintos sectores registró entre abril y junio una notable reducción, aunque de forma dispar, ya que mientras la construcción registró un retroceso algo menor, la de los servicios fue más acusada.
Respecto a los precios, el Banco de España recuerda que los precios de consumo continuaron desacelerándose notablemente en el segundo trimestre, hasta registrar una caída del 1% en junio. El último dato adelantado del IPC coloca la inflación en una tasa del -1,4% en el mes de julio.
Reforma del mercado laboral
El Banco de España insiste en que una reforma del mercado laboral es "clave" para una recuperación económica "sólida", al tiempo que critica la "rigidez" del sistema vigente de negociación colectiva, que "tiende a exacerbar la segmentación del mercado de trabajo" y hace aumentar el paro.
Indica que los mecanismos de ajuste del mercado de trabajo español frente a la crisis económica "no funcionan de forma adecuada", tal como refleja la evolución de la tasa de desempleo.
Señala que la destrucción de puestos de trabajo en España está siendo "más acusada" que en otros países desarrollados, aún teniendo en cuenta las peculiaridades del caso español, como es el peso del sector de la construcción.
El organismo supervisor critica la "excesiva segmentación" del mercado laboral, que "aúna una muy elevada protección para el colectivo de trabajadores con contrato indefinido con una amplia gama de modalidades de contratación temporal, con costes de extinción muy reducidos".
El coste del despido para un trabajador fijo en España es "más del doble" que el de la media de los países de la OCDE, mientras que para los trabajadores temporales la indemnización por finalización de contrato es "nula".
Recomienda que los mecanismos de contratación "permitan conjugar una adecuada protección del empleo" con la "flexibilidad" que demandan las empresas para lograr un "ajuste más eficiente y equitativo" ante la crisis.