El presidente iraní desmiente tener desacuerdos con el líder supremo Ali Jamenei
- El líder iraní califica su relación de "amor y de creencia" mutua
- Ahmadineyad ha destituído al recién nombrado Rahim Mshahi tras fuertes críticas
- Cincuenta personas han sido detenidas en Teherán tras graves disturbios
El presidente iraní ha desmentido tener desacuerdos con el líder supremo Ali Jamenei Mahmud. Ahmadineyad ha detallado su relación con el líder como "padre e hijo" este viernes durante una reunión con los profesores miembros de Basij en Teherán, según la agencia iraní de Fars.
Ahmadineyad reaccionaba así tras las declaraciones que le acusaban de haberse alejado de la línea del líder supremo al cumplir con demora su orden de destituir al recién nombrado Esfandiar Rahim Mshahi.
"Algunos han intentado dar a entender que la relación entre el gobierno y el líder supremo está deteriorada", ha señalado Ahmadineyad.
Asimismo, el líder ha precisado que "el genero de esta relación es de amor y de creencia", precisando que los enemigos sólo quieren provocar polémica.
El presidente iraní se enfrenta con graves problemas de legitimidad tras las manifestaciones por el resultado de las elecciones del pasado 12 de junio.
Además, éste ha nombrado a mediados del mes de julio a su ex compañero del colegio y el suegro de su hijo, Rahim Mashai, como el vicepresidente en su próximo gabinete.
Rahim Mashai, quien ha dirigido el organismo de la herencia cultural y el turismo de Irán, ha hecho durante su presencia en el cargo polémicas declaraciones, como la que calificaba al pueblo israelí como amigo de Irán, mientras que la República Islámica es enemiga de Israel y no reconoce el estado Hebreo.
Estas palabras provocaron la reacción de grandes personajes políticos y religiosos de Irán que pidieron en su día la destitución de Mashai, aunque Ahmadineyad le permitió que siguiera en el cargo.
Una elección controvertida
El nombramiento de Rahim Masahi ha provocado fuertes criticas entre los conservadores, e incluso entre sus propios colaboradores, que insisten sobre la necesidad de cumplir con la orden escrita en una carta del líder supremo para sustituir a Mashai.
Tras la publicación de la misiva en medios conservadores, fuentes del gobierno han informado de la dimisión de Mashai cuando ya pasaba casi una semana del envío de la misma.
Algunas fuentes han asegurado que con este gesto Ahmadineyad ha querido desviar las criticas que van contra su persona tras las elecciones hacia otra persona de su gabinete.
Sin embargo otros sostienen que se trata de un plan premeditado para que el líder pueda destituir a Ahmadineyad en caso de que el régimen no consiga sofocar las protestas en las calles.
Disturbios en Teherán
La policía iraní ha detenido a unas cincuenta personas durante las manifestaciones del pasado jueves en Teherán, asegurando que "muchas personas arrojaron piedras a los agentes de la policía, de los cuales varios resultaron heridos".
El alto mando militar ha desmentido que los acontecimientos hubiesen dejado víctimas mortales entre los manifestantes, resaltando que apenas había daños materiales.
La gran presencia de los seguidores de Musavi, miembros del denominado "movimiento verde", que califica de "golpista" al futuro gobierno del presidente Ahmadineyad, acudieron también a este acto, que terminó con fuertes enfrentamientos con las fuerzas de Basij.