La Policía hondureña dispersa con gases una manifestación de estudiantes pro-Zelaya

Policía y soldados hondureños han dispersado este miércoles con cañones de agua y gases lacrimógenos a miles de estudiantes universitarios que bloquearon una avenida de la capital del país, Tegucigalpa, exigiendo el regreso al poder del depuesto Presidente de Honduras, Manuel Zelaya-

Las fuerzas antidisturbios trataban de desalojar a los estudiantes del Frente de Reforma Universitaria, que habían levantado barricadas con neumáticos en llamas en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).

Algunos estudiantes respondieron con piedras, pero la mayoría ha tratado de refugiarse en la ciudad universitaria, donde la Policía les ha seguido.

Varias personas han resultado heridas en los enfrentamientos, entre ellas la rectora de la UNAH, Julieta Castellano, que fue arrojada al suelo por la Policía cuando trataban de calmar los espíritus.

Otros dirigentes universitarios y el presidente de la Comisión para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras, el abogado Andrés Pavón, tuvo la misma suerte.

Estudiantes en huelga de hambre

Además, dos estudiantes de esta universidad, seguidores del depuesto presidente Manuel Zelaya, se han declarado en huelga de hambre para exigir su restitución.

Se trata de Gabriel Enrique García, de 17 años, y Ernesto Villalta, de 21, quienes iniciaron su huelga de hambre desde el sábado pasado en San Pedro Sula, según diario Tiempo, que se edita en esa norteña ciudad, la segunda más importante de Honduras.

Según sus declaraciones, no volverán a ingerir alimentos hasta que Zelaya, quien fue derrocado por los militares el 28 de junio pasado, sea restituido en el cargo.

EE.UU. matiza su apoyo a Zelaya

Mientras tanto, EE.UU. empieza a suavizar su apoyo al derrocado Zelaya al asegurar el Departamento de Estado en una cartadirifida al senado republicano Richard Lugar que la política del país "no está dirigida a apoyar a ningún individuo en particular".

La carta incluye críticas a Zelaya, del que dice que había tomado decisiones "provocadoras" antes de su expulsión por el ejército hondureño el 28 de junio.

El Departamento de Estado de EE.UU. también detalla que no se barajan graves sanciones económicas contra del gobierno de facto de Roberto Micheletti, que se hizo cargo de Zelaya en Honduras después de expulsarlo de su cargo.

"Nuestra política y estrategia para la acción no se basa en el apoyo a cualquier político o persona. Por el contrario, se basa en la búsqueda de la solución que mejor sirva al pueblo hondureño y a sus aspiraciones democráticas", subraya Richard Verma, el subsecretario de Estado para asuntos legislativos, autyor de la misiva.

"Hemos rechazado las convocatorias para imponer agobiantes sanciones económicas y  hemos dejado claro ue todos los Estados deben tratar de facilitar una solución sin necesidad de una convocatoria para la violencia y con respeto al principio de no intervención", se concluye.