La asamblea iraní ratifica como ministro de Defensa al acusado de matar a 85 judíos en Argentina
- La Interpol ha dictado una orden arrestro contra Ahmad Vahidi por el atentado
- Argentina considera su nombramiento como una ofensa a las víctimas
- Los diputados lo han apoyado entre gritos de 'Muerte a Israel'
El parlamento iraní ha dado su apoyo formal al nombramiento como ministro de Defensa de Ahmad Vahidi, un miembro del ala dura del régimen que está acusado por Argentina de estar implicado en el atentado contra el centro judío de Buenos Aires en 1994, en el que murieron 85 personas.
Con gritos de 'Muerte a Israel' por parte de miembros de la Asamblea, uno de los diputados, Hadi Qavami, ha interrumpido el discurso de Vahidi para decir que, aunque se opuso inicialmente a su nombramiento, ahora le apoyaba por las "acusaciones sionistas" contra él.
La Interpol ha dictado una orden de busca y captura contra Vahidi, pero eso no ha sido motivo suficiente para que la cámara iraní, de mayoría conservadora, se negase a ratificar su nombramiento, algo para lo que tiene capacidad.
De hecho, durante estos días la cámara está examinando uno a uno a los miembros del nuevo gabinete del presidente reelecto, Mahmud Ahmadineyad, entre críticas de algunos diputados por la falta de experiencia de algunos candidatos, entre ellos el que podría ser el nuevo ministro de Inteligencia, Haydar Moslehi.
Malestar en Argentina
Argentina ya ha condenado la nominación de Vahidi, un dirigente de la Guardia Revolucionaria que era viceministro de Defensa en el gobierno saliente de Ahmadineyad, al considerar que se trata de "una afrenta a las víctimas".
El país latinoamericano ha acusado formalmente a Irán de planear el ataque con bomba de 1994 y quiere detener a altos cargos de su gobierno por ello, pese a que el gobierno iraní ha negado repetidamente su implicación y ha acusado a Argentina de entrometerse en sus asuntos internos.
En su discurso ante el parlamento, Vahidi se ha comprometido a fortalecer la Defensa del país tras subrayar que las fuerzas armadas son ya "suficientemente fuerte como para proteger al país de los enemigos de la revolución".